Análisis sin Fronteras

Inseguridad a la Trump

 

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Esta semana el presidente de Estados Unidos, presentó su estrategia de Seguridad Nacional. Y, como todo es caótico e impredecible en el "Mundo Según Trump", lo dicho por el presidente difiere del documento que presentó. Hay contradicciones. Especialmente en lo que se refiere a la amenaza rusa.

En la estrategia desarrollada y acordada por todas las secretarías y agencias de seguridad, sí señala a Rusia y a China como "competidores" y no países colaboradores o con los cuales se pueden crear alianzas. "Estas competencias requieren que Estados Unidos repiense sus políticas de las últimas dos décadas, políticas basadas en asumir que el compromiso con los rivales y su inclusión en instituciones internacionales y comercio mundial los convertiría en actores benignos y socios de confianza –continúa el documento– en su mayor parte, esta premisa resultó ser falsa". Aunque el documento señala cómo Rusia tiene una estrategia expansionista de interferencia en otras naciones, en su discurso, Trump comentó sobre la llamada que recibió de Vladimir Putin, agradeciendo la inteligencia que le proporcionó EU para evitar un atentado en San Petersburgo.

Estamos, ahora sí, en un mundo de "Zero-Sum" donde las ventajas que obtenga otro país, como China, dañan automáticamente los intereses de Estados Unidos. Y con esto termina lo que había sido una política de inclusión, en la que el objetivo era fortalecer las instituciones multilaterales para crear mecanismos de coordinación, donde se buscan objetivos que son comunes a una gran mayoría de los países, además de crear procesos para reducir conflictos.

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Donald Trump difiere de la del expresidente Obama en que retoma términos como "yihadistas" y "extremismo islámico". Removió al cambio climático como una "urgente y creciente amenaza a la Seguridad Nacional", a pesar de que el mismo Pentágono había clasificado al cambio climático como una de las grandes amenazas para Estados Unidos. Vuelve a enfatizar el uso de armas nucleares como "fundamentales para su estrategia para preservar la paz y estabilidad mediante la disuasión de las agresiones contra Estados Unidos, sus aliados y sus socios". A China ahora se le ve como un "competidor estratégico" a diferencia de las administraciones de Obama y de Bill Clinton donde a China se le veía como un "socio estratégico". El documento señala que China y Rusia están determinadas a "hacer economías menos libres y menos justas, de expandir sus ejércitos y controlar los datos de los ciudadanos para expandir su influencia".

Desde su campaña, Donald Trump vinculaba la necesidad de tener mejores acuerdos comerciales por razones de seguridad nacional afirmando que "Economic security is national security (seguridad económica es seguridad nacional)". Acusa a otros presidentes de haber "negociado acuerdos comerciales desastrosos que han proporcionado ganancias masivas a otras naciones, pero que ha resultado en que miles de fábricas y millones de estadounidenses pierdan sus empleos a otros países. Y aunque usó está posición como retórica de campaña, preocupa que lo use en su estrategia de seguridad nacional, en parte porque muchos de los analistas no creen que sea cierto. Además, muchos argumentarían que el manejo que le dio al Tratado Transpacífico (TPP) y la posibilidad de que EU salga de TLCAN podría tener un importante impacto en la seguridad nacional de Estados Unidos.

Ni en el documento de la estrategia de Seguridad Nacional ni en su discurso menciona a México, pero, sí hace mención de la frontera y de la necesidad de protegerla, así como fortalecer las leyes de inmigración, además de la necesidad de construir un muro. Menciona varias veces el muro en su discurso y en su documento.

En el discurso, Trump dice que "en casa, una frontera porosa y leyes de inmigración débiles han creado una serie de vulnerabilidades. Cárteles criminales están trayendo drogas y peligro en nuestras comunidades. Prácticas de comercio injustas han debilitado nuestra economía y exportan nuestros trabajos al extranjero"; en cuanto a la frontera, Trump continúa diciendo que "estamos reforzando nuestras fronteras, construyendo relaciones de comercio basadas en la justicia y la reciprocidad, así como defendiendo la soberanía de los Estados Unidos sin cuartel".

Ups. Con este tipo de lenguaje, parecería que Trump siente que está enfrentando una guerra, con su socio comercial y vecino.
Definitivamente los negociadores del TLCAN y los empresarios tienen que entender el documento y la argumentación de Trump. Posiblemente el argumento fundamental que use el presidente de los Estados Unidos para salir del TLCAN, será: "por razones de seguridad nacional".

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