Análisis sin Fronteras

Basta de ocurrencias

 

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Está circulando una caricatura en la que se ve tirada en la basura una fotografía del Santo Malverde –supuesto santo patrono del crimen organizado–. En esa misma imagen, un 'narco' ahora reza a su nuevo santo: Andrés Manuel López Obrador. Esta caricatura es en reacción a las recientes declaraciones del precandidato presidencial de Morena, quien durante un evento de campaña en Guerrero aseguró ante sus seguidores y la prensa "vamos a explorar todas las posibilidades, desde decretar una amnistía, escuchando también a las víctimas".

Apenas está iniciando el proceso electoral y ya los precandidatos están proponiendo ocurrencias para resolver el problema de seguridad y violencia en el país. López Obrador señaló: "Vamos a plantearlo. Lo estoy analizando. Lo que sí les puedo decir es que no va a quedarse ningún tema sin ser abordado, si se trata de garantizar la paz y la tranquilidad". Pero al proponer ocurrencias, no se vale agravar aún más la situación de violencia en el país. ¿Cómo interpretará esta ocurrencia el crimen organizado? Como buenos ciudadanos en una democracia, buscarán formas de apoyar a un candidato que los puede beneficiar. Exacto.

Pero como hemos visto en los últimos 20 años, mientras más se democratiza el país parece que hay menos capacidad de enfrentar a estos grupos criminales, los cuales, a diferencia de otras organizaciones en otras partes del mundo, no controlan todo el país. El problema está focalizado en regiones.

En su momento el expresidente Vicente Fox, en sus repetidos ataques en contra del gobierno en turno propuso dialogar con los criminales. Fox admitió: "Inclusive he llegado a mencionar que se puede dialogar hasta con los criminales, todo ser humano es rescatable, todo ser humano merece una segunda oportunidad". El expresidente Ernesto Zedillo propuso la estrategia de despenalización del consumo de todas las drogas, como la panacea para resolver el problema de estupefacientes.

Y a diferencia de las ocurrencias de otros, esta propuesta iba respaldada por otros dos expresidentes de otras naciones latinoamericanas. "Sería imposible que México viviera lo que está viviendo sin las políticas sobre el asunto de las drogas en Estados Unidos. Es una política que ha existido durante muchas décadas y que vista a la luz de los indicadores que se quieran... es una política que ha fracasado". A Zedillo lo respalda el contexto histórico, pero también el expresidente nos recuerda con frecuencia que lo que más urge a México son tres cosas: Estado de derecho, Estado de derecho y Estado de derecho… y esto no es una ocurrencia.

El mismo presidente Peña Nieto, cuando era candidato, tuvo sus ataques de ocurrencias alrededor del tema. Hablaba de desmilitarizar la lucha en contra del crimen organizado, y que básicamente la solución del problema eran programas de prevención y había que crear una Gendarmería. Era tal la intención de Enrique Peña Nieto de tomar distancia de la guerra frontal contra las organizaciones criminales, a la que embarcó al país el expresidente Felipe Calderón, que se rehusó a mencionar en sus discursos oficiales –durante todo el primer año de su presidencia– las palabras o los temas que tuvieran que ver con narcotráfico, masacres, guerra o crimen organizado.

Ahora que termina esta administración, el país se encuentra con los números más altos en homicidios de los últimos 20 años, registrando en octubre más de dos mil 371 casos. La solución es dolorosa pero simple, y la he expuesto varias veces en mis espacios, con mis diez pasos para resolver la ola de violencia que enfrenta un país, una entidad o un municipio:

1.- Voluntad política. 2.- Detener la corrupción y castigar a los corruptos. 3.- Asegurar los recursos necesarios. 4.- Tener un plan de acción con pasos a corto, mediano y largo plazos. 5.- No tolerar la falta de cooperación y colaboración entre funcionarios y ramas del poder. 6.- Exigir resultados, de lo contrario que renuncien. 7.- Asegurar un marco jurídico que permita a las autoridades enfrentar a las organizaciones más peligrosas del planeta. 8.- Tener absoluta claridad de qué exigir a la federación y a la comunidad internacional. 9.- Trabajar con la sociedad civil, no grillar. 10.- Ejercer un liderazgo extraordinario ante una crisis extraordinaria.

¿Se requiere un serio debate? Sí. Lo que no se vale es lanzar ocurrencias y poner a más personas en riesgo.

Opine usted: www.anamariasalazar.com

Twitter: @Amsalazar

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