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Air marshals, el costo de pertenecer a América del Norte

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No es claro si había una intención política al filtrar un documento, visto por la agencia Reuters, donde se indica que el gobierno mexicano y el estadounidense estarían negociando la posibilidad de que puedan abordar aerolíneas alguaciles aéreos, que son funcionarios del gobierno de Estados Unidos. Inmediatamente hubo un clamor y un cuestionamiento de si el gobierno estaría violando la legislación nacional, si estaría usando esta propuesta dentro del marco de las negociaciones del TLCAN, si se está violando la soberanía permitiendo policías armados en vuelos que salen de un aeropuerto mexicano.

La verdad es que esta exigencia de Estados Unidos es parte del costo de pertenecer a América del Norte. De hecho es sorprendente que este tema no se haya resuelto, ya que se venía debatiendo desde que sucedieron los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. También es difícil argumentar que los estadounidenses no deberían de estar preocupados ante la eventualidad de que un individuo desquiciado o un terrorista con vínculos con organizaciones internacionales, no hayan pensado en usar a México como plataforma para ingresar a Estados Unidos, por tierra o por aire.

En varios países del mundo se implementa la medida de los comisarios aéreos o air marshals. En Irlanda, por ejemplo, está el Comité Nacional de Seguridad de la Aviación Civil (NCASC, por sus siglas en inglés), donde el gobierno irlandés permite abordar vuelos internacionales a alguaciles armados del Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Israel, Australia y países específicos de la Unión Europea, desde o que vayan hacia esos países, siempre y cuando sus respectivos gobiernos informen con antelación. Las armas que tienen permitidas son pistolas tasers, cuchillos y espray de pimienta. En el caso de Canadá, desde septiembre de 2002 se inició el Programa de Protección de Transportes Aéreos (CACPP, por sus siglas en inglés) el cual despliega oficiales armados, entrenados especialmente y encubiertos, denominados Oficiales Protectores de Aeronaves en vuelos selectos locales, en internacionales y en todos los vuelos con destino al Ronald Reagan Washington National Airport. Su función está definida para contrarrestar al personal no autorizado de tomar control de la aeronave, pero no de controlar a pasajeros desobedientes. Estos agentes tienen permiso de cruzar la frontera con sus armas, las cuales no han sido reveladas al público. Los sky marshals armados de Pakistán se despliegan en todos los vuelos y se han establecido desde 1976. Desde el secuestro de un avión de Pakistan International Airlines, en 1981, la Fuerza de Seguridad de Aeropuertos está bajo el mando del Ministerio de Defensa de Pakistán.

México no debe de asustarse ante esta propuesta. En Televisa, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, dijo que el tema se ha ido trabajando ya desde hace tiempo con el gobierno de Estados Unidos, pero que "no se ha firmado un memorándum de entendimiento". También apuntó que es una solicitud que se hizo desde hace años y que "serían vuelos estrictamente comerciales norteamericanos, no en aerolíneas mexicanas". El comisionado aclaró que "aún no se ha concretado, no se ha tomado ninguna decisión al respecto, se encuentra en pláticas todavía". Los agentes, según el comisionado, portarían tasers (armas que producen una descarga eléctrica), no armas de fuego, y que en principio estarían encubiertos.

Taser. No armas. De hecho, la posibilidad de que policías y funcionarios extranjeros portaran armas fue resuelta hace tiempo. La iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos fue aprobada en el Congreso de la Unión para facultar a la Secretaría de la Defensa Nacional a autorizar la presencia de agentes extranjeros armados en México. De este modo, oficiales estadounidenses del FBI, del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) e incluso de la DEA pueden, desde que se aprobó la iniciativa en abril de 2015, portar armas dentro del territorio mexicano.

Lo que sí es cierto es que los tiempos políticos no favorecen que se discuta esta propuesta en una forma racional. ¿Se filtró para abrir la discusión y transparentar un acuerdo que algunos perciben como inaceptable? ¿Es un ataque al canciller Luis Videgaray? ¿O, posiblemente, es la reputación de la seguridad aeroportuaria en México? ¿O será que hay riesgos que no se han hecho públicos, que podrían amenazar la seguridad aérea en México?

Esto es el costo de pertenecer a América del Norte.

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