Desde San Lázaro

Otra pifia del INE

La decisión de la autoridad electoral de prohibir los debates en el periodo de intercampaña no ayuda al actual proceso electoral, ya que limita la libre confrontación de ideas, asegura Alejo Sánchez Cano.

El Instituto Nacional Electoral (INE) está protegiendo a quien no quiere contrastar ideas con la decisión de prohibir los debates en el periodo de intercampaña. Así de tajante se expresó José Antonio Meade, al conocer tal ordenamiento de la autoridad electoral, y no sólo eso, su equipo analiza la posibilidad de llevar el caso al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Una vez más el INE tiene una intervención que afecta a la propia democracia y acomoda los ordenamientos legales a su modo, por lo que no será extraño que el Tribunal Electoral, una vez más, le enmiende la plana.

Resulta lamentable que la autoridad competente para organizar y llevar a cabo el proceso muestre signos de arbitrariedad, o de plano refleje preferencia por alguna candidatura, ya que por un lado hace interpretaciones de la ley que no le corresponden y, por otro, impone nuevas, basadas en criterios obtusos.

Antes de la prohibición de los debates, el INE emitió reglas que afortunadamente el TEPJF ya revocó, relativos a una reforma al Reglamento de Elecciones que pretendía acelerar el conteo de votos a la presidencia de la República, antes de la medianoche del 1 de julio. Sin embargo, su propuesta sobrepasaba facultades, ya que pretendía abrir las urnas cuando ya estuvieran cerradas y contados los votos, para espulgarlas y volver a contar los votos emitidos.

Ahora al INE se le ocurrió prohibir la realización de encuentros entre dos o más candidatos presidenciales en mesas de análisis y demás espacios informativos, donde se pudieran generar debates durante el periodo de intercampañas, que dura hasta el 29 de marzo.

La medida nuevamente despertó suspicacias sobre la actuación de este organismo, porque eso de querer coartar un derecho de libre expresión y manifestación de ideas en pleno año electoral es un exceso. Y así lo han interpretado los partidos políticos, candidatos y legisladores, donde lo menos que han señalado es que una cosa es querer dar certeza a las elecciones y otra querer favorecer a uno de los candidatos quien, incluso violando todas las normas, ha estado sobreexpuesto ante la opinión pública, en tanto que otros están en desventaja porque apenas iniciaron sus etapas de proselitismo, entre ellos los candidatos independientes.

Piso parejo es lo que debe prevalecer. Sin embargo, el INE carga los dados en favor de Andrés Manuel López Obrador, al mantenerlo en su zona de confort, nadando de muertito para mantener su delantera. Cuidándolo para que no le dé ni el aire.

¿En qué artículo de la ley se prohíbe que en el periodo denominado de intercampaña los candidatos asistan a debates o entrevistas promovidas por algún medio de comunicación?

La confrontación de ideas entre aspirantes a algún puesto de representación popular, en lugar de impedirlas, se debe incentivar, ya que le dan elementos de decisión a la ciudadanía, además de que permite contrastar propuestas, medir capacidades y sopesar personalidades diferentes.

Los legisladores de casi todos los partidos condenaron la medida, como Fernando Herrera, coordinador del PAN en el Senado. Sin embargo, no basta con declaraciones, sino que debe haber una postura enérgica del Congreso, al hacer un extrañamiento al INE para que evite participar descaradamente en favor de determinados candidatos con resoluciones propias de gobiernos dictatoriales.

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