Desde San Lázaro

No a la Guardia Nacional y al fiscal carnal

A decir de los expertos en temas de seguridad interior, va a salir más costoso al país dejar en manos de las Fuerzas Armadas la seguridad pública que mantener el esquema actual.

El periodo extraordinario del Congreso de la Unión, el primero que realiza la LXIV Legislatura, que se llevará a cabo el 16 y 17 de este mes, es relevante por la aprobación de la Guardia Nacional y la elección del fiscal general de la República.

Ambos temas han obligado a Morena a cambiar las propuestas originales; en el caso de la Guardia Nacional, que se discute en la Cámara baja, ya se logró que el mando sea civil; en cuanto al nombramiento del fiscal, que discuten los senadores, también la oposición obtuvo una pírrica victoria al lograr que se ampliara la lista de candidatos a 27, además de que se escuchará la opinión de quien quiera participar en torno del proceso de selección.

Se prevé que se apruebe el dictamen que crea la Guardia Nacional con los votos de Morena, PES, PT y PVEM, lo que les daría en San Lázaro la mayoría calificada; sin embargo, al ser cuestionados algunos coordinadores parlamentarios de los partidos de oposición todavía manifiestan su resistencia a la conformación de esta corporación, además, claro, de los organismos de derechos humanos del país e internacionales.

La organización Amnistía Internacional ha externado su preocupación en torno a la militarización del país, ya que se le faculta a la Guardia Nacional a realizar funciones policiales y con ello abre la posibilidad de que ejecute órdenes judiciales y otras tareas, hasta ahora reservadas a las instituciones policiales civiles.

También Human Rights Watch ha rechazado el uso de las Fuerzas Armadas debido a que, por experiencias en otros países, se han recrudecido las violaciones a los derechos humanos, desapariciones forzadas y torturas.

A decir de los expertos en temas de seguridad interior, va a salir más costoso al país dejar en manos de las Fuerzas Armadas la seguridad pública que mantener el esquema actual, en donde el Ejército y la Marina participan temporalmente, con la Policía Federal, en esas tareas.

El tiempo que se han dado los legisladores para discutir el dictamen es muy reducido, y a pesar de que ya se realizaron las audiencias públicas en la materia se requiere un periodo más amplio para la reflexión y la participación de la sociedad.

Cierto, el problema más severo que enfrenta nuestro país es el de la inseguridad; sin embargo, la solución que impulsa el nuevo gobierno es una panacea que no combate el problema de fondo.

Mientras tanto, Mario Delgado, líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, informó que "ahora el reto será presentar reservas al Pleno el próximo miércoles 16 en la discusión de esta reforma constitucional. Vamos a tratar de consensuar con las distintas fuerzas políticas, otra vez con la mejor disposición y voluntad de que hagamos la mejor institución posible".

Aunque en el nuevo dictamen se contempla fortalecer los mecanismos de control jurisdiccional y legislativo de la Guardia Nacional, se espera que sean consideradas las reservas que han hecho los legisladores en este tema, como también avanzar en la elaboración del paquete de leyes secundarias que derivará de la reforma constitucional, como son la Ley de Uso de la Fuerza, la Ley del Registro de Detenidos y la Ley Orgánica de la Guardia Nacional.

En cuanto al nombramiento del fiscal general, se espera que recaiga en un aspirante con perfil sin militancia política y sobre todo que su trayectoria profesional no la haya hecho cobijado por el presidente de México.

Veremos al final de cuentas si fue una simulación para nombrar a un fiscal carnal.

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