De risa loca el motivo que dio Alfonso Durazo, próximo titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), para cancelar los foros de paz que tanto cacareó al inicio de éstos, y que desde hace más de dos meses se sabía que el enfoque de los mismos era inoperante e impráctico por la oferta del nuevo gobierno a las víctimas, de conceder amnistía a los criminales.
Cuando se iban a meter a la cueva del lobo en Morelos, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa y Tabasco, estados dominados por los cárteles de la droga y por la delincuencia, decidió cancelar los foros por "la necesidad de sistematizar las propuestas recogidas y fijar conclusiones".
En un discurso plagado de contradicciones, el próximo titular de la súper SSP no ha atinado a dar un alegato congruente y, sobre todo, no hemos conocido cuál es la propuesta del presidente electo López Obrador en la materia.
Tan sólo unos pincelazos en donde destaca la amnistía para criminales, que después fue matizada.
Cuando el principal problema que enfrenta el Estado mexicano es la imposibilidad de brindar seguridad a los ciudadanos y a su patrimonio, Durazo, aún sin sentarse en el cargo, no ha atinado a esbozar un plan de gobierno para combatir ese flagelo.
En las diversas entrevistas y foros en los que ha participado, no se le han escuchado propuestas serias y viables en torno al problema, y cuando lo ha hecho tiene que salir a enmendar la plana él mismo, para citar lo contrario.
Durante toda la campaña de López Obrador se pensó que tenía un plan integral para responder a la mayor demanda de los mexicanos; sin embargo, ya con el triunfo en la bolsa, nos damos cuenta que no tiene la menor idea de cómo domar al monstruo de mil cabezas. Su flamante encargado de esa cartera está peor, ya que primero anunció que el tema de la Guardia era nacional, luego civil y después dice que Gendarmería… y así por el estilo en la reducción de los índices delictivos, que dependiendo del humor con el que se levanta, los modifica.
Los foros de paz nacieron muertos, plagados de demagogia, acribillados por la insensatez de Durazo, que ha estado engañando a su jefe.
Para construir un programa sexenal de trabajo se requieren, y esos ya existen, los suficientes diagnósticos sobre la seguridad pública, así como todo tipo de soluciones, empero cuando se ponen improvisados al frente de las tareas de seguridad, pues ya sabemos qué pasa. Así se demostró con Miguel Ángel Osorio Chong.
De igual manera ocurre con los foros por la educación que emprende, por su parte, Esteban Moctezuma, que tiene la nada grata tarea de crear una nueva reforma educativa, porque AMLO se empecinó en que esta era inservible, convencido por voces que añoran más el poder que el bienestar y el desarrollo de la juventud. Ahora que tiene que lidiar con la CNTE, que pretende recobrar privilegios y canonjías, pues descubrió que si no se faja los pantalones va a ser rehén de los maestros rijosos.
Aunado a esto, el próximo secretario de Educación Pública está por caer en la trampa de darle entrada a un personaje todavía más funesto que la CNTE, como lo es Elba Esther Gordillo.
No será la primera vez ni la última que revienten los foros de Moctezuma, así que, o se pone las pilas o mejor que se regrese a seguir organizado los conciertos por la niñez.