Desde San Lázaro

Independiente o nuevo partido

Luego de la derrota que sufrieron las principales fuerzas políticas en las recientes elecciones, los partidos buscan crear opciones diferentes para el electorado.

Ahora que está la disputa en lo que queda de los partidos políticos que perdieron la elección, particularmente el PRI, PAN y PRD, salta a la palestra la idea, cada vez menos descabellada, de crear nuevos partidos políticos que ofrezcan al electorado opciones diferentes, tanto en sus idearios políticos como en la apertura a nuevos cuadros.

En contraparte, otros se inclinan por la ruta de la candidatura independiente, que si bien es cierto que está en total desventaja contra los partidos políticos en cuanto a las prerrogativas se refiere, también es una realidad que son más atractivos para la ciudadanía.

Con la mayoría en ambas cámaras, Morena va a tratar de conservar el poder en un proyecto transexenal, por lo que cualquier reforma electoral buscará mantener el statu quo de ese híbrido político que resultó ser el partido de López Obrador, ya que lo conforman tránsfugas de otros partidos políticos, pero esa es otra historia.

Que quiere decir esto, que cada vez habrá mayores requisitos para la creación de nuevos partidos, así como, por lo menos, mantener los enormes escollos legales que hay para los independientes.

Con el resultado obtenido en los comicios del 1 de julio, por ejemplo, Jaime Rodríguez bien pudo conformar una nueva fuerza política, muy competitiva que, de tener más tiempo y recursos, desplazaría al PRD o al PRI de los lugares que obtuvieron.

De hecho, El Bronco consiguió cerca de tres millones de votos que por supuesto alcanza para constituir un nuevo partido político. De igual manera Margarita Zavala, que obtuvo el registro como candidata independiente y, de haber continuado en la contienda presidencial, tendría un rango de apoyo similar al gobernador regiomontano.

El sistema de ingreso de nuevos partidos políticos a los procesos electorales es sexenal, esto significa que debe existir previa convocatoria de la autoridad electoral en ese periodo para iniciar los trámites de registro, al tiempo de la celebración de las asambleas, por lo menos en 20 entidades federativas o en 200 distritos electorales, en presencia de funcionarios del INE. A dichas asambleas deben asistir tres mil personas. La suma de esas asambleas no debe ser inferior a 0.26 por ciento del padrón electoral. Además tienen que cumplir con toda una serie de requisitos en cuanto a estatutos, declaración de principios, programa de acción y lista nominal de afiliados, así como las actas de las asambleas.

Es un periplo complejo y arduo, pero que tiene su recompensa. En cambio los candidatos independientes todo el tiempo reman a contracorriente.

En cualquiera de los casos, ante la cerrazón del PAN, PRI y PRD por intentar una refundación democrática, diversos políticos han expresado que buscarán otras alternativas que les permitan seguir participando en la vida pública del país..

Sabemos, por ejemplo, que en el caso de Margarita Zavala está esperando el cambio de dirigencia en el PAN, que debe quedar concluida este año, para definir si busca volver a vestir la camiseta azul o de plano crea una nueva fuerza política, con buena parte de la plataforma ideológica que tanto lustre le dio al PAN en sus orígenes.

En esa aventura la seguirían miles de ciudadanos que no votaron por Ricardo Anaya y sus aliados, en virtud de que se sintieron traicionados.

También en el PRD y en el PRI están explorando este camino, aunque, insistimos, tendrán que esperar para ver en qué términos viene la nueva reforma electoral que impulsará Andrés Manuel López Obrador a través del Congreso.

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