Desde San Lázaro

Civiles, por encima del Legislativo

Violando la autonomía y la independencia de un poder de la Unión, el vocero de AMLO les tiró línea a los legisladores de Morena para que financiaran la consulta sobre el NAIM.

La instrucción fue dada por un civil al Poder Legislativo, y como en política la forma es fondo, pues se deduce que el próximo vocero de Andrés Manuel López Obrador, por instrucciones de éste, les tiró línea a los grupos parlamentarios de Morena, sobre financiar la consulta que hay en torno al destino del nuevo aeropuerto, violando la autonomía y la independencia de un Poder de la Unión.

Sin cuidar siquiera las formas, se ordena a los legisladores de Morena apoyar una causa y, en esa lógica, la independencia del Poder Legislativo es sumisa y pasiva.

La simulación de la división de poderes en el sexenio de López Obrador será una constante, tanto en el Poder Legislativo como, por desgracia, en el Judicial, que ya dio las primeras muestras de ello, con el fallo que emitió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en el caso del fideicomiso creado por Morena para apoyar a los damnificados por los sismos.

Es tan rupestre el manejo del discurso de los próximos colaboradores de AMLO en la presidencia de la República, que su coordinador de comunicación social, Jesús Ramírez, informó a los medios que el costo de la consulta lo cubrirán los legisladores de Morena con aportaciones voluntarias, empero no se tomó siquiera la molestia de avisarles previamente al anuncio.

Es decir, es una orden que no requiere siquiera comunicación anticipada, aunque sean senadores o diputados.

Así o más claro es la consideración que tienen los funcionarios que integrarán el staff de presidencia hacia los representantes populares de los grupos parlamentarios que integran ambas cámaras.

Ha dicho el propio presidente de los diputados, como viejo lobo de mar en estos menesteres, Porfirio Muñoz Ledo, que no ve cómo se podría financiar la consulta, ya que no tiene validez la petición, y por su parte, el coordinador parlamentario de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, señaló que la consulta no será sufragada por sus correligionarios en virtud de que hasta ayer no tenían comunicación al respecto, ni del grupo de transición del presidente electo y mucho menos de los responsables de llevar a cabo la consulta.

Por si hiciera falta, se enturbia aún más el proceso de selección del nuevo aeropuerto, que de suyo ya está amañado en virtud del sutil condicionamiento y manipulación para buscar la respuesta que quiere Andrés Manuel López Obrador en el cuestionario.

Lo señalado por Jesús Ramírez atenta contra la autonomía e independencia del Congreso, por lo que de inmediato procede a hacerle un extrañamiento al futuro funcionario para que no se entrometa en los asuntos de la legisladora; de hecho, ya el PAN, PRI y PRD alistan no sólo el llamado a Ramírez, sino que amenazan con impugnar la medida en la Corte.

Si la aportación de los legisladores va a ser voluntaria, entonces por qué no hubo una comunicación previa, y sobre todo por qué no se respetó la independencia y voluntad de cada diputado y senador de Morena.

Por supuesto no tardan en declarar todos al unísono que lo harán sin chistar, para cubrir ese millón y medio, y si falta más, pues lo pondrán, no faltaba más.

A 42 días del relevo gubernamental, las acciones y mensajes que ha hecho el nuevo gobierno, en la mayoría de las veces, son contradictorias y en muchas ocasiones temerarias, lo que les ha significado que el gran capital político y de aceptación que tenían con su contundente victoria el 1 de julio, se ha estado diluyendo como agua entre las manos.

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