Desde San Lázaro

Auditor superior de la federación, a la vista

Alejo Sánchez escribe sobre los pendientes del Congreso, entre ellos el nombramiento del auditor superior de la federación.

Siguen pendientes en el Congreso diversos nombramientos de relevancia para fortalecer a varias instituciones, como es el caso del fiscal general de la República, el fiscal anticorrupción y el auditor superior de la federación.

Las elecciones del 1 de julio tienen virtualmente paralizada la tarea legislativa. Sólo en algunos temas de interés general y que no tienen alcances político-electorales podrían haber ciertos consensos que destrabarán algunas iniciativas.

Los legisladores todavía tienen la oportunidad de mostrar a la ciudadanía su grado de compromiso y responsabilidad con el país, al pugnar por dejar atrás sus diferencias y por lo menos aprobar aquellos asuntos en donde pudieran existir ciertas coincidencias.

El nombramiento del auditor superior de la federación puede ser uno de esos pendientes que salgan de la congeladora.

Como se recordará, ya había consenso sobre una terna integrada por David Colmenares, Ángel Trinidad Zaldívar y Salim Arturo Orci Magaña. Sin embargo, la fracción del PAN, que comanda el diputado Marko Cortés, solicitó revisar con mayor profundidad la terna que, por cierto, fue aprobada en la Comisión de Vigilancia por unanimidad.

Más allá de citar cuáles fueron las razones de fondo para que se retractara el PAN y luego sus aliados políticos, podríamos pensar que en estos momentos estarían surgiendo otras opciones para destrabar el nombramiento.

La primera consideración es que si no se logró el acuerdo necesario sobre la terna referida, habría que sopesar, reponer el procedimiento de selección y remitirnos a los 10 candidatos finalistas de un total de 41 aspirantes.

De esos diez, hay que descartar a la terna que en primera instancia fue seleccionada, para buscar otros tres perfiles que cubran con creces lo requerido por las bancadas en San Lázaro.

De acuerdo con varios diputados entrevistados, la nueva terna debería estar conformada por Gregorio Guerrero Pozas, Julián Alfonso Olivas Ugalde y Mauricio Merino Huerta. Los tres tienen los blasones suficientes para asumir el cargo. Merino tiene una trayectoria apartidista. Fue consejero del IFE, además de ser un prestigiado colaborador en varios periódicos de circulación nacional. Guerrero por el estilo. Fue contralor del IFE y también cuenta con una sólida trayectoria en el ámbito jurídico-electoral. De igual manera, Julián Olivas tiene una experiencia probada en el tema en cuestión, ha sido subsecretario y encargado del despacho en la Secretaría de la Función Pública, así como en otras responsabilidades en donde la supervisión y vigilancia del gasto público exige un hombre probo y con suficiente experiencia.

Cabe recordar que el nombramiento de auditor superior de la federación es por ocho años y requiere de la venia de una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, lo cual quiere decir que se requieren alianzas entre varias fracciones partidistas para alcanzar la aprobación.

Precisamente por lo anterior se necesita que el aspirante que vaya ser elegido, de esta nueva terna, cuente con la aceptación de varias bancadas. No bastaría, por ejemplo, que la coalición conformada por el PAN, MC y PRD apoyara a determinado candidato, sino que necesariamente requiere por lo menos la suma del PRI.

Por ello, habría que ver cuál de los nuevos aspirantes pudiera lograr el anhelado acuerdo entre los diputados; sin embargo, creo que se están gestando las condiciones para que el nombramiento sea viable, en virtud de que las señales emitidas por priistas y panistas son positivas, y de continuar esta actitud pronto tendremos al nuevo auditor superior de la federación.

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