Me hubiese gustado un título menos desalentador, pero todo apunta a que será en el corto plazo un golpe a un sinnúmero de familias mexicanas. De ser el caso, es imprescindible prepararse lo antes posible para atenuar el efecto en el patrimonio.
Por lo pronto, el nuevo gobierno dejó en claro la reducción de plazas e ingresos para los burócratas, además de los desplazamientos hacia diferentes partes de la República por la intención de descentralizar dependencias federales. Están también los 40 mil trabajadores del NAIM afectados por la cancelación de la obra. Mientras tanto, la inversión privada sigue cautelosa hasta saber cómo pintan las disposiciones de López Obrador.
Como lo he comentado, estamos todavía lejos de una recesión y más bien nos enfrentamos con un dinamismo pobre en el sector productivo. No existen indicios de una desocupación generalizada, y es factible la movilidad de la fuerza de trabajo hacia áreas en donde sea requerida.
Cada caso es especial, pero te invito a una reflexión sobre cuáles podrían ser las acciones a realizar bajo una perspectiva de perder la fuente de ingresos.
1.- De entrada, bajarle a los gastos en un época en donde es usual la salida de dinero. Es importante sensibilizar a la familia para convertirla en aliada y que comprenda.
2.- Es fundamental hacer un recuento del patrimonio y determinar el tiempo disponible para encontrar trabajo sin percibir un salario.
3.- Si la liquidez será un problema, analiza vender algún activo con el fin de no hacerlo en apuros; el riesgo es rematarlos a menor valor por las prisas.
4.- Convendría empezar a sondear el mercado laboral antes de ser despedido, porque se tiene una posición de fortaleza en la negociación. En el mejor de los casos podrías cambiar de actividad y evitar resentir el ajuste.
5.- Es frecuente querer aprovechar las circunstancias para establecer un negocio y, de hecho, muchos éxitos empresariales han nacido de la adversidad; sólo ten cuidado con las finanzas; estarías apostando tu patrimonio familiar. La recomendación sería elaborar un buen plan y ser muy realista en cuanto a la expectativa de flujo de efectivo, porque habrá de mantenerse los requerimientos de la compañía y al mismo tiempo los de la casa.
Una ultima reflexión es que debemos conservar una actitud propositiva, pues salir de la zona de confort puede conducir a niveles mayores de superación.