El difícil arte de invertir con incertidumbre

La semana pasada comentaba sobre la 'tormenta perfecta' para las finanzas personales y recomendaba la prudencia en las inversiones porque las condiciones de valoración están cambiando muy rápido.

Un primer punto de análisis es la inflación, al buscar conservar el poder adquisitivo. Según el Inegi se situó en 4.51 por ciento anual en mayo, mientras que los Cetes a 28 días registraron una tasa de 7.62 por ciento y hay bancos que llegan a ofrecer un rendimiento de nueve por ciento a largo plazo, es decir, una ganancia real.

Lo anterior continuará porque el Banco de México está presionado para mantener la tasa de referencia alta, con el fin de controlar el nivel de crecimiento de los precios y por el efecto de la elevación en la tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Por su parte, la Bolsa Mexicana de Valores, medida por el Índice de Precios y Cotizaciones, lleva un retroceso en el año cercano a cinco por ciento y aún falta por asimilar el impacto del proceso electoral y la manera en que se desenvuelva el tema del Tratado de Libre Comercio.

Es un mercado con muchos vaivenes y si no se está dispuesto a especular en el corto plazo, lo mejor es dejarlo para una etapa de estabilidad.

El dólar sigue envuelto en la volatilidad con una tendencia al alza, pues las noticias en el ámbito económico y financiero han provocado la depreciación del peso. Es obvio que era compra cuando se encontraba en los 18 pesos y ahora cerca de los 21 es para pensarse. Entiendo que hay quienes quisieran se les dijera con exactitud qué pasará, pero es imposible pronosticarlo.

Para los que les gustan las inversiones 'extremas', las criptomonedas tampoco han mostrado un buen desarrollo y con respecto a su nivel más alto el bitcoin acumula un desplome de 65 por ciento.

Si están pensando en amonedados de oro y plata, siento decir que el primero lleva un crecimiento hasta mayo de apenas 2.4 por ciento y el segundo una caída de uno por ciento.

En conclusión, en el entorno financiero, ante la turbulencia, la alternativa con menos riesgo y con un rendimiento aceptable de mediano plazo es el sistema bancario, siempre que se elija la institución adecuada. Otra opción es el mercado de dinero a través de fondos de inversión.