Alberto Nunez Esteva

La corrupción en el centro de los debates

El columnista pone sobre la mesa el resultado que obtuvo México en el Índice Global de Impunidad 2017 de la OCDE.

La corrupción, esta maldita corrupción que inunda a nuestro país, es uno de los más graves problemas que padecemos y que estamos obligados a combatir

En el Índice Global de Impunidad de 2017, emitido por la OCDE, "…el país se situó en el lugar 66 de 69, posición que lo coloca entre los países en que la impunidad prevalece. La corrupción costó al país 10 puntos del PIB"

Resulta por este motivo de particular importancia el posicionamiento de los candidatos a la presidencia de la República en materia de corrupción.

"Tenemos que ver y escuchar a quienes expresan sus legítimas demandas y la corrupción es uno de los grandes problemas de México ya que ofende la dignidad de los mexicanos… Con terquedad, con necedad, con perseverancia, rayando en la locura, de manera obcecada, voy a acabar con la corrupción", expresó el candidato de Morena durante la asamblea electiva de su partido que se celebró recientemente.

López Obrador, quien busca la presidencia de México por tercera ocasión, aseguró estar consciente de su responsabilidad histórica y señaló que es del dominio público "…que es terco, necio, obcecado, perseverante y que con esa misma convicción desempeñará el cargo de presidente de México". Nosotros creemos que AMLO es un hombre honesto, pero no así un buen número de las personas que lo rodean (¡Napoleón Gómez Urrutia!, por poner un ejemplo que nos cuesta trabajo entender) Y el líder honesto, en nuestra opinión, no debe aceptar que lo rodee la corrupción.

Por su parte, José Antonio Meade señaló "...tenemos que ver sus legítimas demandas (de la población) y la corrupción es uno de los grandes problemas de México ya que ofende la dignidad de los mexicanos". Bien lo dicho por Meade, pero, ¿qué hará cuando, si gana, tenga que enfrentar la inmensa corrupción en la que el PRI ha estado envuelto desde tiempo inmemorial? ¿El ejemplo de Brasil en donde funcionarios del más alto nivel han ido a parar a la cárcel tendrá algún impacto en sus políticas y actitudes? ¿O seguirá la cómoda actitud de ver sólo hacia adelante y olvidar el pasado, ese pasado que nos ha ofendido a todos los ciudadanos?

Estamos deseosos de ver cómo se va a tratar este delicado tema a la hora de los debates. Yo propongo que a la ciudadanía le den la oportunidad de formular una o varias preguntas a los candidatos. La pregunta que yo quisiera hacerles es muy sencilla : ¿Cuál es su visión de la corrupción en México, en su partido y en su historia personal. Qué propone para atacarla?

El rollo político al que nos tienen acostumbrados es una forma de evadir la pregunta. Al grano. La respuesta debe ser clara y concisa. Y la respuesta que ofrezca cada candidato será materia, sin duda, no sólo de investigación ciudadana sino también de propuestas que originen un verdadero debate sobre el tema a nivel nacional.

La pregunta está en el aire. ¿Algún o algunos de los candidatos desea darle respuesta?

Mañana será otro día .

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