Opinión

Administración de lo público internacional en el siglo XXI


 
 

Guadalupe González Chávez
 
El año 2014 se ha vuelto importante para la paz mundial y para los procesos de prospectiva y planeación de la agenda para los próximos años, especialmente en el tema de la puesta en práctica de los derechos de las personas.

Las metas globales en la materia pueden alcanzarse si las organizaciones internacionales tienen líneas estratégicas vinculadas: en lo político, lo económico, lo social y, particularmente, en lo administrativo internacional. En las dos últimas décadas se han tomado importantes decisiones para la ruta estratégica encaminada a la consecución de tales metas.
 
Diversos foros especializados en temas de paz, desarrollo económico e inclusión social, en sus diversas vertientes como las vinculadas con el desarme y control de armamentos, los asuntos ambientales, de salud y alimentación, han emitido recomendaciones y generado sendos documentos y posicionamientos. Para beneficio de todos los interesados, tales materiales están disponibles a través de Internet para el público en general.
 
Es importante reflexionar sobre cómo la administración pública internacional y los gobiernos y administraciones públicas nacionales y locales, empatan con las tendencias sociales y empresariales de la sociedad civil. Para tal efecto, es interesante convocar a estudiar las tendencias y posibilidades de mejora que se han anunciado para la administración pública, algo que puede ser de interés para los actores privados, no solo para los académicos. Se trata de la discusión entre lo público y lo privado, de la incorporación en la vida cotidiana del uso y disponibilidad de la información (Big Data) y la puesta en operación del concepto del gobierno abierto.
 
Los sistemas de digitalización y la creciente concentración urbana fortalecen la idea de que es posible contar con centros y espacios urbanizados en los que los usos de la web pueden estar al servicio de la acción gubernamental, de las organizaciones no lucrativas y del sector empresarial en todos sus niveles.
 
Para que esto ocurra, se requiere del diálogo, la consulta y la participación social en procesos en los que la información previa esté disponible, especialmente cuando se trata de asuntos en los que la asociación y la cooperación, públicas y privadas, puedan beneficiar los resultados. Ya está demostrado que cuando se producen este tipo de participaciones (en las que se utilizan recursos y se realizan acciones en función del interés público común y no solo gubernamental), los resultados son mucho más exitosos.
 
Dos elementos son clave en el proceso: la participación en redes y la transparencia. Pero lo esencial es que tales estrategias y recursos no estén separados de la solución a las problemáticas del desarrollo.
 
Todo lo anterior puede contribuir sustancialmente a los procesos de recuperación, pacificación, reacomodo de las poblaciones en movimiento, estabilización, equidad y justicia, que tanto urgen hoy.
 
 
 

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