New York Times Syndicate

Un whisky ‘made in’ Inglaterra

Estimulado por un aumento en el número de productores a pequeña escala de alimentos y bebidas en todo el mundo, el renacimiento se ha dado lenta pero constantemente desde que las primeras botellas salieron a la venta en 2009.

ROUDHAM, Inglaterra.- Hecho con cebada en una granja familiar y con agua de un pozo de perforación local, el whisky de una sola malta y ligero sabor a nueces salido de una pequeña destilería puede costar más que productos similares de Glenmorangie o Glenlivet. Madurado durante al menos tres años en barricas de bourbon, es enviado a Estados Unidos, Suecia, Rusia, Hong Kong y China.

Pero el whisky no es escocés, es inglés.

Basada en el frondoso campo a unos 480 kilómetros de la frontera con Escocia, la English Whisky Co. en Norfolk es parte de un renacimiento de las destilerías locales que están recuperando – y reinventando – una tradición que se perdió aquí hace más de un siglo.

LENTO PERO CONSTANTE

Estimulado por un aumento en el número de productores a pequeña escala de alimentos y bebidas en todo el mundo, el renacimiento se ha dado lenta pero constantemente desde que las primeras botellas salieron a la venta aquí en 2009.

Ahora hay al menos cuatro destilerías activas de whisky inglés, y el interés está aumentando.

"Se habla de una en cada condado", dijo Andrew Nelstrop, director administrativo de la English Whisky Co. "Cada dos semanas recibo una llamada de alguien que dice: 'Estoy pensando en abrir una destilería, ¿puedo ir y ver la suya?'"

Tan grande es el interés que unas 40 mil personas al año acuden al centro para visitarnos aquí. Ese turismo es una industria rentable por sí misma, dijo Nelstrop.

Según los estándares escoceses, la industria del whisky de Inglaterra sigue siendo pequeña. El año pasado, la English Whisky Co. vendió alrededor de 60 mil botellas de whisky. Las destiladoras escocesas – y hay más de 100 de ellas, exportaron mil 230 millones de botellas y vendieron 87.5 millones más en Gran Bretaña.

Pero la English Whisky Co. dice que está recibiendo un pequeño impulso del movimiento escocés por la independencia, un tema que va a ser sometido a votación en septiembre.

"Hay un discreto y latente orgullo en nuestra propia nación", dijo Nelstrop. "Si Escocia se independiza, lo veremos crecer".

"Entre más se ondeen las banderas, más se intensifica", añadió, refiriéndose a la campaña para el referendo en marcha en Escocia. La inminente votación no puede más que ayudar a avivar el interés en el whiskey inglés, dijo.

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UNA INDUSTRIA BIEN ESTABLECIDA

Hasta la fecha, hay pocos indicios de una animosidad del consumidor hacia los productos escoceses en Inglaterra, y la industria del whisky escocesa está tan bien establecida mundialmente que es poco probable que pierda una participación de mercado importante por un asunto político. Pero el éxito de English Whisky Co. sugiere que si los escoceses votan por la independencia, quizá haya un potencial comercial aquí en promover el carácter inglés de una gama de productos culinarios que compiten con los que provienen de Escocia.

Aunque Inglaterra nunca tuvo la misma tradición de producir whiskey que Escocia, había cuatro destilerías de granos aquí a fines del siglo XIX. En un libro publicado en 1887, "The Whisky Distilleries of the United Kingdom", Alfred Barnard señaló que la Bristol Distillery, con su producción anual de 2.4 millones de litros, incluso enviaba su licor a Escocia e Irlanda para producir whiskey.

Pero para fines de la década de 1880, Escocia era pionera del whisky mezclado – una combinación de whiskies de granos ligeros y whiskies de malta de sabor intenso destinada a tener un atractivo amplio, según Charles MacLean, un experto e historiador del whiskyy. Esta se volvió enormemente popular en Inglaterra durante la década siguiente, ayudando a llevar a las pocas destilerías de whisky inglesas a la declinación, dijo. La Lea Valley Distillery en Londres, de la cual se piensa en general que fue la última en Inglaterra, salió del negocio alrededor de 1903.

Más de un siglo después, la destilería en Norfolk insiste en el carácter inglés de su producto, aun cuando "escocés" sigue siendo un sinónimo popular para el whisky aquí (y la forma de escribirlo en inglés es más comúnmente "whisky", mientras que "whiskyy" se usa más a menudo para las versiones estadounidenses e irlandesas). Plasmada en la etiqueta de cada botella hay una fotografía del santo patrono de Inglaterra, San Jorge, matando a un dragón.

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INGLATERRA NO PODÍA FALTAR

La destilería produce dos tipos principales de whisky de una sola malta, uno "peated" (o ahumado con hogueras alimentadas con turba) y otro "unpeated" (no ahumado). También produce un whisky de una sola malta específicamente para el minorista británico Marks & Spencer, descrito en las notas de cata como "fresco y fragante, dulce, suave y ligeramente condimentado". Reforzando su marca inglesa, ha lanzado productos especiales como una edición limitada de 1,850 botellas para conmemorar el 60 aniversario en 2013 de la coronación de la Reina Isabel.

Durante años, la idea de producir whisky había sido un sueño del padre de Nelstrop, James, un granjero. "Decía: 'Es una locura que esta cebada tenga que ir a Escocia para regresar como algo útil'", dijo Nelstrop.

Dada la variedad de naciones que producen whisky, lo extraño es que Inglaterra no estuviera entre ellas, añadió. Un ingrediente principal es la cebada, la cual se cultiva en toda esta región y es suministrada a la English Whisky Co. por una granja operada por los primos de Nelstrop a unos 129 kilómetros de distancia. El otro requerimiento principal es agua, la cual abunda gracias al pozo de perforación.

Como una destilería relativamente nueva, la English Whisky Co. no está tratado de competir directamente con los actores establecidos en Escocia, algunos de los cuales venden whiskies que han añejado durante décadas. Abrió en 2006 y empezó a vender en 2009. En Cornwall, St. Austell Brewery y Healey's Cornish Cyder Farm produjeron un whisky de malta en 2003, aunque no salió a la venta hasta 2011, cuando se había añejado.

Pero David Fitt, el destilador jefe de la English Whisky Co., quien empezó su carrera como elaborador de cerveza, dice que como una empresa pequeña de operación privada tiene la libertad de innovar con métodos diferentes. Aunque la mayor parte del whisky es madurado en barricas de bourbon, en ocasiones usa toneles de vino, oporto o jerez. "Podemos ser más experimentales porque somos nuevos", dijo. "No teníamos nada que perder porque no tenemos 200 años de tradición; no había tradición aquí".
"Todos suponen que es necesario ir a Escocia para aprender a hacer whisky; es una tontería", dijo.

La Asociación Escocesa del Whisky, que representa a la industria en Escocia, dice que da la bienvenida a las nuevas destilerías en todas partes del mundo porque incrementan el interés en el producto.

"Esto atrae nuevos clientes para la categoría", dijo David Williamson, su vocero. "Si los nuevos consumidores están probando whiskies diferentes dondequiera que se produzcan, eso solo puede ser un beneficio positivo para la industria del whisky escocés".

Williamson dice que el whisky escocés es "indudablemente el mejor en el mundo". Pero reconoce que aún no ha probado la versión inglesa.

Marks & Spencer, que vende el producto de la English Whisky Co. en 35 libras esterlinas – o unos 60 dólares – por una botella de 700 mililitros, dice que actualmente está superando en ventas a nuestro whisky irlandés premium y se vende tan bien como nuestro bien establecido whisky de malta escocés que vendemos al precio equivalente".

"La destilería de whisky inglés de los Nelstrop es un ejemplo maravilloso de un productor moderno de licores artesanales", dijo Emma Dawson, una compradora de licores de Marks & Spencer. "No es una copia del whiskey escocés; destaca en su propia clase. Solo incluiríamos un whisky inglés en nuestros estantes si sintiéramos que satisface nuestros altos estándares de calidad, y este ciertamente supera mis expectativas".

Nelstrop dice que el décimo aniversario de la destilería en 2016 presentará una nueva oportunidad, permitiéndole vender whisky de 10 años de añejamiento y alcanzar un hito importante. Planea una modificación de la marca, poniendo menos énfasis en el carácter inglés del producto y más en su calidad. "Es fácil vender a alguien la primera botella", dijo. "Solo comprarán la segunda botella si les gusta el sabor".

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