New York Times Syndicate

Si tienes un negocio con impacto social… búscala a ella

Nancy Pfund se ha forjado discretamente una reputación como la capitalista aventurera a quien hay que acudir entre las compañías que buscan tener un impacto social; cinco de las compañías de su fondo iniciado en 2004, se han cotizado públicamente, incluidas SolarCity, Pandora Media y Tesla Motors.

Cuando los co-fundadores de SolarCity, Lyndon y Peter Rive, junto con su primo Elon Musk, estaban recaudando dinero para su empresa incipiente de energía solar en 2007, recurrieron a un solo inversionista externo. No fueron Andreessen Horowitz, Sequoia Capital o cualquiera de las otras prominentes firmas de capital aventurero de Silicon Valley, sino un fondo de 75 millones de dólares administrado bajo la égida de JPMorgan Stanley.

La directora administrativa del fondo, Nancy Pfund, no es un nombre conocido. Sin embargo, en la última década, se ha forjado discretamente una reputación como la capitalista aventurera a quien hay que acudir entre las compañías que buscan tener un impacto social.

Esta estrategia ha cobrado impulso en los últimos años. Compañías de consumo como los zapatos Toms y los lentes Warby Parker han demostrado que el altruismo también puede ser bueno para el negocio.

El historial de Pfund es un testimonio de la inversión con un propósito social, cinco de las 18 compañías en su primer fondo, que fue iniciado en 2004, se han cotizado públicamente, incluidas SolarCity, Pandora Media y Tesla Motors.

"La OPI de Tesla fue un evento trascendental para la inversión de impacto", dijo Pfund sobre la oferta pública inicial de la compañía en 2010.

Pfund y Musk, un inversionista inicial en Tesla, se conocieron en 2006 cuando ella invirtió por primera vez en la compañía. "Me gustó su énfasis en el doble propósito, que es como yo invierto", dijo Musk, quien se convirtió en director ejecutivo de Tesla en 2008.

Un año después, cuando SolarCity estaba recaudando dinero, Musk sugirió que los fundadores contactaran a Pfund. "Nancy es muy firme en el lado estratégico, lo cual nos ayudó mucho", dijo Lyndon Rive, el director ejecutivo de la compañía, que se cotizó públicamente en diciembre de 2012.

En 2008, Pfund fundó su propia firma de capital aventurero, DBL Investors, en San Francisco, cuando JPMorgan desincorporó su fundo, el cual ella sigue adminitrando.

"Nunca tuve aspiraciones de dirigir mi propia firma", dijo Pfund, de 59 años de edad. Empezó su carrera en el capital aventurero en Hambrecht & Quist en 1984 y permaneció con la firma después de que fue adquirida por Chase. Pfund ha tenido desde hace tiempo un interés personal en los temas sociales y ambientales – fue becaria en el Sierra Club después de la universidad y ayudó a supervisar la subsidiaria filantrópica de Hambrecht & Quit – pero no fue sino hasta que inició el fondo de impacto social para JPMorgan en 2004 que se unieron los dos aspectos, al parecer dispares, de su currículo.

DBL defiende el "doble propósito", la idea de que una compañía puede ganar dinero – el primer propósito – y marcar una diferencia, el segundo. El concepto "era un poco polarizador" incluso hace apenas 10 años, dijo Pfund. "La gente decía: 'Deberías invertir para ganar dinero y luego donar dinero para hacer el bien'". Incluso hoy, el enfoque de DBL es relativamente raro porque los inversionistas de impacto, como se conoce al nicho, típicamente ponen a sus misiones sociales primero. "Siempre empezamos con el primer propósito", dijo Pfund. "Si una compañía no tiene éxito, no puede haber impacto".

Poco después de lanzarse por su cuenta, Pfund se unió a Cynthia Ringo, una ex ejecutiva de telecomunicaciones y directora administrativa de VantagePoint Ventures, para iniciar un segundo fondo. Ese, que recaudó 150 millones de dólares en 2010, ahora está totalmente invertido en 23 compañías.

Muchas de las compañías en la cartera de DBL Investors tiene un impacto social obvio, como energía limpia o productos sustentables, pero el universo de inversiones potenciales es mucho más amplio que eso. "Parte de nuestra misión es demostrar que las compañías pueden tener un impacto profundo sin importar su actividad", dijo Pfund.

De hecho, Pfund y Ringo ven la inversión en etapa inicial como una oportunidad de hacer de las prácticas socialmente responsables una piedra angular de la cultura corporativa. "Esto no es como decir: 'Hagamos una colecta de juguetes'", dijo Ringo. "El segundo propósito necesita ser parte integral de la manera en que la compañía está haciendo negocios".

Consideremos a otro graduado de DBL Investors: Pandora Media, la compañía de radio por Internet. DBL Investors respaldó a Pandora en 2006, cuando tenía al equivalente de 50 empleados de tiempo completo trabajando en sus oficinas centrales en Oakland, California. "Mis amigos me veían con preocupación cuando les decía dónde trabajaba", recuerda Joseph J. Kennedy, quien fue director ejecutivo de julio de 2004 a septiembre de 2013. Sin embargo, el empeño de Pandora de permanecer en la ciudad – donde ahora tiene más de 700 empleados – fue una ventaja en lo que concierne a Pfund.

"Uno de los pilares del impacto social es la creación de empleos, especialmente en lugares que necesitan empleos", dijo Pfund, quien atribuye a Pandora ayudar a llevar restaurantes, servicios y otros patrones al área. "Puede tener un enorme efecto multiplicador".

Cuando Pandora quiso involucrarse en enseñar música en escuelas locales, el equipo de Pfund lo facilitó. "Nos ayudaron a convertir una idea vaga en realidad", dijo Kennedy, señalando que el programa está ahora en su octavo año. "Como empresa incipiente, hay un millón de cosas de las cuales preocuparse, así que es útil tener a alguien ayudándote a enfocarte en esta otra área, lo cual finalmente se vuelve parte de lo que uno es como compañía".

Una estipulación de la inversión es que las compañías deben trabajar con DBL para identificar sus objetivos de impacto social y presentarles informes dos veces al año. DBL Investors tiene una persona en su personal de ocho miembros que se enfoca en medir el impacto social de sus inversiones. La mayoría de las compañías en los dos fondos están teniendo un impacto en áreas múltiples. Al mismo tiempo, que SolarCity está ayudando a convertir hogares y negocios a la energía solar, por ejemplo, emplea a más de 7 mil 500 personas, incluso cientos de veteranos, y muchos en áreas donde los empleos no están fácilmente disponibles.

En otro ejemplo, Revolution Foods, una compañía de la cartera basada en Oakland que prepara comidas y bocadillos saludables que distribuye a 2 mil tiendas y unas mil escuelas, ofrece la mitad de sus comidas escolares a estudiantes en el programa de almuerzos gratuitos o a precio reducido. La compañía tiene aproximadamente 100 millones de dólares en ventas anuales y emplea a más de mil personas, muchas en áreas de bajos ingresos. La directora ejecutiva y co-fundadora de la compañía, Kristin Groos Richmond, atribuye a Pfund ayudar a sintonizar el modelo de negocios y presentarla con otros inversionistas, incluido Stephen M. Case.

Un relativo recién llegado, RealReal, se especializa en vender ropa de lujo a consignación pero tiene su sede en Hunters Point, un barrio de bajos ingresos en San Francisco, donde tiene unos 250 empleados. "Para muchas de las personas que estamos contratando, este es el primer empleo de calidad que han tenido, con salarios dignos, beneficios de salud, un plan de retiro y opciones accionarias", dijo Ringo. "El director ejecutivo está tremendamente empeñado con el desarrollo de los empleados y mucho antes que muchas otras compañías".

Es difícil de cuantificar, pero el enfoque en el segundo propósito finalmente mejora al primero, dijo Musk.

"Cuando una compañía trabaja en un producto o servicio que es verdaderamente útil para la sociedad, eso incrementa la probabilidad de un buen resultado financiero", dijo. En el último de los casos, ayuda a reclutar y retener empleados. "La gente inteligente y talentosa tiene muchas opciones, y significa algo si pueden ganar dinero y tener un impacto positivo en la sociedad", añadió.

Por su parte, los inversionistas parecen estar coincidiendo en la idea de que tener buenos resultados y hacer el bien no son mutuamente exclusivos. Cuando Pfund recaudó su primer fondo, los inversionistas fueron principalmente bancos que necesitaban invertir en áreas de bajos ingresos como parte de la Ley de Reinversión Comunitaria. Los socios limitados del segundo fondo también incluyen pensiones, instituciones y oficinas familiares. "El campo del impacto ha florecido, y estamos viendo mucho interés desde fuera de nuestra clase de activos", dijo Pfund, quien está impartiendo una clase de inversión de impacto en la Escuela de Negocios de Stanford.

Mientras tanto, Pfund y Ringo dicen que están escuchando de más emprendedores que quieren incorporar un segundo – o tercer o cuarto – propósito a sus modelos de negocios y necesitan orientación. "Somos una musa del impacto, si quieren", dijo Pfund. "Les ayudamos a sacar ideas, y les ayudamos a ponerlas en práctica".

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