New York Times Syndicate

Qatar 'fabrica' futbolistas rumbo a su Mundial

Desde hace 10 años, la academia de Qatar Aspirar Sueños de Futbol recluta a jóvenes de África, América Latina y Asia, lo que muchos consideran que será su fuente de talento para el Mundial de 2022, aunque oficialmente esa versión es rechazada.

DOHA, Qatar.- Hace poco más de una década, Andreas Bleicher, en ese entonces director de uno de los centros de entrenamiento olímpico de Alemania, llegó al pequeño país de Qatar, en el Golfo Pérsico, porque lo buscó la familia real para que la ayudara a transformar el inútil programa nacional de futbol en algo que valiera la pena para ganarse el respeto del mundo.

Existían bastantes razones por las que eso sería difícil: no se puede decir que el país tenga una tradición de excelencia en el futbol. Sin embargo, había un problema que parecía infranqueable: con una población nativa de solo 300 mil habitantes, Qatar simplemente no tenía suficientes jugadores jóvenes para integrar un equipo que pudiera esperar competir.

"Tratábamos de armar un programa nacional con una fuente de talento del tamaño de la que se podría encontrar en una pequeña ciudad de Estados Unidos", explicó Bleicher.

Una de sus primeras contrataciones fue Josep Colomer, quien solía buscar jóvenes y a quien, en general, se le reconoce haber descubierto a Lionel Messi, quizá el mejor futbolista del mundo.

Pronto, Colomer, conocido por sus ideas poco ortodoxas, empezó a hablar de importar a Qatar talento de Africa, donde hasta los niños de las aldeas más remotas crecen jugando futbol. ¿Qué pasaría si Qatar pudiera enviar buscadores expertos a toda África con la misión de identificar a muchachos talentosos y ofrecerles becas para venir a entrenarse a la Academia Aspirar en Qatar, su nuevo y relumbrante instituto del deporte, financiado por la familia real?

A partir de esa sencilla premisa, se desarrollaron planes extremadamente ambiciosos que llegaron a las polvorientas canchas de Senegal y Kenia, a los enclaustrados palacios reales de Qatar, y a un estadio en ruinas en un rincón del medio rural de Bélgica.

Tan solo en el primer año, Qatar examinó a casi 430 mil muchachos, en 595 localidades, en siete países africanos. Más de siete años después, Aspira ha examinado a 3.5 millones de jóvenes atletas de tres continentes y ha seleccionado a los más prometedores en odiseas que han abarcado al mundo.

La escala ilimitada del programa es la de apegarse a los deseos más generales de Qatar de establecerse como un jugador importante en todas sus actividades. En cuanto a sus ambiciones relativas al futbol, Qatar tiene una fecha límite para contar con un equipo que parezca que pertenece al escenario mundial: la Copa del Mundo 2022, de la cual, Qatar será el anfitrión.

Bleicher y Colomer insisten en que han buscado a los mejores jóvenes atletas africanos como una forma de proporcionarles a los chicos qataríes una competición de alto nivel y no, sostienen, para que los jugadores africanos puedan prepararse masivamente para formar parte de la selección nacional de Qatar. Sin embargo, persiste una posibilidad, aunque remota, de que algunos jugadores africanos puedan representar al anfitrión en 2022.

Sin embargo, las leyes de naturalización hacen que sea difícil. Bleicher notó que cree que es más factible que los atletas africanos terminen representando a sus países de origen, donde su éxito podría repercutir, entonces, en Qatar y su programa de entrenamiento.

"Si naturalizamos a unos cuantos jugadores, ¿qué pasará?", preguntó Bleicher. "Nos matarán todos. Todos verán. No somos estúpidos, ni nadie más lo es".

Los críticos, no obstante, han sido escépticos desde hace mucho en cuanto a Aspira Sueños de Futbol, el nombre del programa de reclutamiento internacional.

Algunos creen que Qatar tratará, al final, de naturalizar a algunos de los muchachos. Otros han sugerido que el programa se diseñó para tratar de congraciarse con el panel de la FIFA que le otorgó el torneo de 2022. Y algunos temen que se esté explotando a los muchachos, seleccionados a los 13 años de edad.

No obstante, Qatar sostiene que hay un objetivo más elevado, un impulso humanitario de ayudar a una región que, en gran medida, ha estado asediada, mientras ayuda a renovar la imagen del emirato, al que organizaciones de derechos humanos han criticado por maltratar a los trabajadores inmigrantes.

Desde el principio, el programa se promovió como una oportunidad para que los chicos africanos tuvieran una oportunidad de una nueva vida, una que pudiera cambiar drásticamente las posibilidades para él y su familia, e, incluso, su comunidad.

Aspirar se planeó originalmente para ofrecer becas a solo tres finalistas que, entonces, vendrían a Doha a vivir y entrenar. Sin embargo, una vez que los buscadores vieron la riqueza de talento en exhibición, aumentaron sus ambiciones, dando becas hasta para dos docenas de muchachos, muchos de los cuales vivirían y entrenarían en una academia satélite que se abrió en Senegal.

"Nos dimos cuenta de que el nivel de jugadores era enorme", dijo Colomer. "Y podíamos organizar una academia con estos jugadores para brindarles una esperanza de crecer a los altos niveles".

En los años que siguieron, se expandió su alcance a unos 17 países, incluidos tres en América (Guatemala, Costa Rica y Paraguay) y dos en Asia (Vietnam y Tailandia).

Al traer a los niños a las academias en Qatar y Senegal a una edad tan temprana, Aspirar asume la responsabilidad de su desarrollo no sólo como jugadores de futbol, sino como personas.

La transición no siempre ha sido fácil. Existen diferencias de idioma y a los jugadores les entra la nostalgia. Algunos dentro de Aspirar manifestaron inquietudes en cuanto a que se hace entrenar demasiado a los chicos y que ellos ocultan lesiones por temor a que los regresen a sus países.

"Nos daba miedo", comentó Franck Cedric Tchoutou, un camerunés que está entre los primeros becarios que viven y entrenan en Doha. "La mayoría de nosotros venimos de familias pobres. Estar en Qatar o estar en Aspirar fue una gran experiencia. Fue una gran oportunidad. Así es que caminábamos por allí y siempre teníamos miedo de perder nuestras oportunidades".

El programa recibió críticas intensas casi tan pronto como los buscadores de Aspirar emprendieron el viaje para detectar el talento africano. La inquietud se debía, en parte, a la historia reciente de Qatar de pagar para importar atletas extranjeros para representarlo en competiciones internacionales.

El periódico británico The Observer informó en noviembre de 2007 que algunos consideraban que Aspirar África era "tráfico de personas" disfrazado de humanitarismo, "cuyo objetivo único era el de proveer a Qatar de futbolistas para su futura selección nacional".

Bleicher reconoció que al iniciarse el proyecto, la cuestión de "si algunos participantes podrían jugar algún día representando a Qatar, se planteó, pero se desechó".

"No se alineaba con el propósito del proyecto, ni con los valores de Aspirar", dijo.

Aún si, como insisten Bleicher y otros, los chicos no juegan en la selección de Qatar en 2022, algunos vieron al programa de reclutamiento internacional como una parte del esfuerzo de ese país para ganar la puja por la Copa del Mundo.

Aspirar Sueños de Futbol operaba en cinco donde de los 24 países que tenían delegados en el comité ejecutivo de la FIFA. Algunos en el programa pensaban que esto reforzaría las posibilidades de Qatar para conseguir la Copa del Mundo.

"Cada país donde se realizan proyectos debería votar por Qatar", dice una propuesta elaborada en Aspirar. "Cinco votos se podrían traducir directamente en favorables por la influencia de Sueños de Futbol".
Bleicher dijo que el departamento de marketing de Aspirar, donde se generó la propuesta, no tuvo nada que ver con la campaña para el 2022. "Muestra la pasión; pero no debería mezclarse con la acción, la realidad y la responsabilidad", dijo.

Aún si no llevan puesta la camiseta guinda de Qatar, los jugadores darán el respeto internacional a Qatar, mismo que la familia real no ha podido establecer hasta ahora.

"La próxima Copa del Mundo", dijo Bleicher, "será 'nuestra Copa del Mundo'".

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