New York Times Syndicate

Medias Blancas, un refugio para los desertores cubanos

Los Medias Blancas son el centro de un universo en expansión para los desertores cubanos en las ligas mayores. Veinte jugadores nacidos en Cuba han hecho su debut en las últimas cinco temporadas.

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CHICAGO . Alexei Ramírez usaba una gorra de invierno, del tipo que lleva una borla en la parte superior, en la casa club de los Medias Blancas de Chicago. Estaba bastante cálido ahí, pero Ramírez no se arriesgó. Un fuerte viento y aire helado le esperarían en el campo.

La lista de jugadores ofrecía calidez; interiormente, al menos. Por segunda vez en esta temporada, incluía a cuatro jugadores originarios de Cuba: Ramírez como parador en corto, Dayán Viciedo en el jardín derecho, Adrián Nieto como cátcher y José Abreu, quien firmó por seis años y 68 millones de dólares en octubre, en la primera base. Ningún equipo desde los Indios de Cleveland en 1969 había iniciado con cuatro jugadores nacidos en Cuba en un partido.

"Uno quiere explicar lo que se siente, pero la mente a veces no tiene las palabras para expresarlo", dijo Minnie Minoso, de 88 años de edad, el patriarcal ícono de los Medias Blancas originario de La Habana. "Esto es algo que nunca he visto antes, y realmente lo aprecio".

Minoso tuvo cinco temporadas con los Medias Blancas, empezando en 1951 y terminando con una actuación especial en 1980. Los lanzadores José Contreras y Orlando Hernández ayudaron al equipo a ganar la Serie Mundial en 2005. Ramírez y Viciedo firmaron en 2008, y, el invierno pasado, después de una temporada de 99 perdidos, los Medias Blancas añadieron a Nieto en el reclutamiento de la Regla 5 y a Abreu como el agente libre más costoso en la historia del club.

Al preguntarle cómo había ayudado a facilitar la transición a Abreu, quien desertó en agosto, Ramírez señaló una página del artículo de una revista pegada en su casillero. Encima de fotografías de él y de Contreras estaba el titular: "Cuba por siempre". Así como Contreras le ayudó a él a adaptarse, dijo Ramírez, él ayuda a Abreu.

"Hay una verdadera sensación de unidad y compañerismo entre nosotros", dijo Ramírez a través de un intérprete. "Es realmente una atmósfera grandiosa".

Los Medias Blancas son el centro de un universo en expansión para los desertores cubanos en las ligas mayores. Veinte jugadores nacidos en Cuba han hecho su debut en las últimas cinco temporadas, igualando el total en los 10 años anteriores. Otros, como Aledmys Díaz, un parador en corto Clase AA para los Cardenales de San Luis, están en camino.

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UN MERCADO QUE SE NECESITA EXPLORAR

Los Cardenales han sido un modelo para el éxito en el reclutamiento, pero Díaz fue su primera incursión importante en Cuba, un mercado que su mánager general, John Mozeliak, dijo que necesitaban explorar.

Con tan pocas oportunidades para descubrir a jugadores cubanos, sin embargo, los cálculos parecen más riesgosos.

"Es un poco como el antiguo Viejo Oeste", dijo Mozeliak. "Es cómo buscaban talentos hace 50 años. Se les observa un par de veces y se toma una decisión, la diferencia es que hay mucho más ceros".

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APUESTAN POR EL PRESENTE Y FUTURO

Sin embargo, el éxito de Aroldis Chapman de Cincinnati, Yoenis Céspedes de Oakland y Yasiel Puig de los Dodgers de Los Ángeles parece validar la inversión en los agentes libres cubanos de élite.

Esos jugadores, como Abreu, llegaron sin necesitar mucho, si acaso tiempo en las ligas menores, y costando solo dinero, no jugadores o selecciones en el reclutamiento.

Ese fue el argumento que Rick Hahn, el mánager general de los Medias Blancas, formuló ante el dueño Jerry Reinsdorf. Los Medias Blancas hicieron espacio en la nómina en julio al intercambiar a Jake Peavy y Alex Ríos, y el espíritu organizacional es reestructurarse sin protagonizar una demolición general como los Cachorros al otro lado de la ciudad. Abreu, de 27 años de edad, pudiera ayudar a corto y largo plazo.

"Tiene una muy buena probabilidad de ser, cuando menos, un muy buen jugador de las ligas mayores; ese es el tipo de tarifa que estamos pagando", dijo Hahn, al explicar lo que dijo a Reinsdorf. "Ahora, si puede alcanzar algo de este aspecto positivo que pensamos que tiene, se puede maximizar su capacidad, hay una posibilidad decente de que esto resulte ser un contrato favorable al final".

Reinsdorf estuvo de acuerdo, y el acuerdo parece inteligente hasta ahora. Abreu impulsó 14 carreras en los primeros 10 partidos de Chicago, dos veces bateando jonrones en un juego.

El mánager Robin Ventura citó a dos ex compañeros de equipo – el miembro del Salón de la Fama Frank Tjomas y el casi miembro del Salón de la Fama Mike Piazza – cuando habló sobre Abreu.

"Era pronto, pero la gente aquí estaba pensando en Frank, y tiene algunas semejanzas: Batea duro, uno quiere verlo aparecer con tipos en base, y uno sabe que va a tener calidad al bate debido a su enfoque y su madurez", dijo Ventura.

Abreu jugó en Cuba con Puig, pero no lo vio mucho en el entrenamiento de primavera. Aunque los Medias Blancas comparten un complejo con los Dodgers, Abreu dijo que hablaron solo brevemente antes de un juego. No ha pasado tiempo con otras estrellas cubanas en la liga y dijo que disfrutaba quedarse en casa en Chicago. La esposa de Abreu está en Estados Unidos y sus padres también dejaron Cuba, pero no están aquí todavía.

"Todo lo que les diré es que fue difícil", dijo Abreu de su odisea. "Pero con la ayuda de Dios, uno puede hacer esas cosas y sentirse bien por ellas. Es algo difícil una vez que uno deja su país y hace esas cosas. Es un periodo difícil en tu vida".

Ramírez, de 32 años, ha probado ser un parador en corto confiable, con un contrato de 32.5 millones de dólares por cuatro años hasta 2015. La semana pasada, estableció un récord del club para la racha de bateo más larga al inicio de una temporada, con 17 hasta el viernes, y alcanzó .379. Nieto – quien se crió en Florida – es un refuerzo, pero Viciedo, de 25 años de edad, es el jardinero derecho regular después de que Avisail García sufriera una lesión en el hombro al final de la temporada.

Abreu, sin embargo, es la pieza central, ayudando a revitalizar a una alineación que anotó el menor número de carreras en la liga estadounidense la temporada pasada. Mide 1.90 centímetros de alto y pesa 115.7 kilos, pero es lo bastante ágil para ayudar a los Medias Blancas a emplear muchos más movimientos en el diamante que la temporada pasada.

"Estaba jugando tercera base cuando lo conocí, cuando tenía 15 ó 16 años de edad", dijo Ramírez. "Era un poco diferente en su estilo corporal, pero cuando lo vi, simplemente supe que tenía el talento. Uno sabía que era algo especial".

Abreu restó importancia a su talento, llamándose a sí mismo "un beisbolista normal" con pasión por el juego que simplemente trata de ayudar a su equipo a ganar. Su única insinuación de estilo es su número de uniforme, el 79, el cual su madre seleccionó porque quería que destacara.

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NOVATO DEL AÑO

Minoso dijo que en ocasiones llamaba a Abreu "Babe Ruth" y le ha dicho que puede ganar el premio del Novato del Año porque su poderío se notará en cualquier parte de cualquier campo de beisbol.

Minoso, quien asistió a la primera conferencia de prensa de Abreu, no ha regresado a Cuba desde 1960, dijo. Los jugadores cubanos de los Medias Blancas tienen casas en Miami donde pasan los periodos fuera de temporada – ahuyentados por el frío, dijo Minoso – pero él es feliz viviendo en Chicago todo el año.

En esta época del año, Minoso rara vez se pierde un juego en casa. Como el eslabón viviente de una tradición de los Medias Blancas, dice a Abreu y a los otros que respeten el juego y a los fanáticos, y que sean caballerosos.

"Enamórense del juego", dijo Minoso. "Embellezcan todo para el juego y la gente y el país que representan. Eso es lo que quiero que todos hagan".

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