New York Times Syndicate

Manda de empresas apuestan por medicinas para mascotas

Pese a que existen varias empresas que ya fabrican medicamentos para perros o gatos, hay una nueva manada de compañías que están apostando por medicinas para tratar enfermedades y males más específicos como la artritis o el cáncer en los fieles amigos del hombre.

A juzgar por una parte de la intensa actividad en el mundo de la biotecnología, uno podría concluir con facilidad que el sector se dirige hacia los perros. O, quizá, a los gatos. Hay empresas emergentes llamadas Nexvet y VetDC, CanFel Therapeutics (de caninos y felinos) e, incluso, Fetch Pharma.

Es un nuevo ejemplo de comportamiento de manada: emprendedores con pedigríes de compañías como Genentech y Amgen ahora prestan atención a las mascotas. Esperan desarrollar para perros y gatos el mismo tipo de fármacos innovadores que han revolucionado el tratamiento de enfermedades como el cáncer y la artritis en personas.

"Nos hemos estado drogando durante mucho tiempo y, más recientemente, hemos estado drogando a nuestros hijos", dijo Oleg Nodelman, un inversionista en Kindred Biosciences, una de las compañías nuevas, así como su director.

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UNA NUEVA MANDA DE EMPRESAS

"¿Por qué no deberían tener acceso a las medicinas nuestras mascotas?". Ya lo tienen, claro. Hace mucho que las grandes farmacéuticas cuentan con divisiones de fármacos veterinarios. Por ejemplo, Elanco, la división para animales de Eli Lilly, vende el antidepresivo Prozac de la compañía con el nombre Reconcile para tratar la ansiedad canina por la separación. Sin embargo, los nuevos emprendedores dicen que serán más audaces y harán lo que no están haciendo las grandes compañías, tal como hicieron las primeras empresas de medicina biotecnológica.

Las grandes compañías se centran más en el ganado – en animales comestibles en comparación con los que son mascotas, dijo el doctor Steven St. Peter, el director ejecutivo de Aratana Therapeutics, una empresa de biotecnología para mascotas. Ofrecen, principalmente, vacunas y tratamientos contra las pulgas, garrapatas y lombrices.

En cambio, las nuevas empresas esperan tratar enfermedades como el cáncer y la artritis. Muchas están tratando de desarrollar anticuerpos monoclonales, los cuales son proteínas hechas en células vivas. Tales anticuerpos, como el Humira para la artritis reumatoide y el Herceptin para el cáncer de mama, se venden muchísimo en la medicina humana, pero casi no han tenido ningún lugar en la salud de los animales, hasta ahora.

"De hecho, estaba algo impresionado por el hecho de que la industria de la biotecnología realmente no participaba para nada en la salud animal", dijo St. Peter, quien fue inversionista de capital de riesgo en ciencias de la vida antes de ser cofundador de Aratana. "Estaba esta industria muy grande que ya estaba madura para la innovación".

Los inversionistas parecen enganchados, motivados por el interés que generó la enorme oferta pública inicial de principios de 2013, que se hizo para la división de fármacos para animales de Pfizer, ahora llamada Zoetis. Desde entonces, tanto Aratana como Indred empezaron a cotizar en bolsa, junto con Phibro, la cual desarrolla fármacos para el ganado, y Parnell, que los vende tanto para ganado como para mascotas.

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ES MOMENTO DE APOSTAR

Fondos como Adage Capital, Baupost, Fidelity y Wellington son inversionistas en una o más compañías de fármacos para mascotas. Las compañías nuevas dicen que es el momento adecuado porque es cada vez más la gente que ve a las mascotas como integrantes de la familia y están dispuestas a gastar grandes cantidades para atender a algún animal enfermo. Las mascotas pueden recibir quimioterapia, las pueden operar de las rodillas o hacerles trasplantes. Los estadounidenses gastaron casi 42 mil millones de euros en sus mascotas en 2013, un aumento de 45 por ciento respecto de 2006, según la Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas. De esa cantidad, la atención veterinaria, que incluye los medicamentos cuya venta requiere receta, representó 11 mil millones de euros, un incremento de más de 50 por ciento respecte de ese mismo año.

Más aún, hay fármacos para las personas, mismos que se pueden adaptar para tratar las versiones en animales de enfermedades como artritis, cáncer, obesidad, diabetes y alzhéimer, así como diversos problemas psicológicos. No obstante, algunos expertos dicen que las nuevas compañías, que todavía tienen que comercializar productos, podrían estarle ladrando al árbol equivocado. "No son muchas las necesidades no satisfechas que existen en el campo de la farmacología veterinaria", notó Bob Fountain de Fountain Agricounsel, una consultoría en salud animal. "Quienes han tratado de aplicar los principios del mercado humano a la salud animal, han tenido que aprender algunas lecciones".

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LOS RETOS DE LA INDUSTRIA

Un reto podría ser el costo. Los anticuerpos como Herceptin y Humira son caros. Los ejecutivos de los fármacos para mascotas dicen que pueden hacer que baje el costo, en parte, porque las mascotas necesitan dosis más bajas. Sin embargo, aun entonces, es factible que sea demasiado para muchos consumidores. Sólo un porcentaje reducido de estadounidenses que tienen mascotas cuenta con seguro médico para ellas. Hasta una farmacéutica que vende muchos medicamentos para animales podría tener ventas de sólo alrededor de 75 millones de euros al año, mucho menos que los miles de millones de las grandes ventas de los que son para humanos. Sin embargo, también es posible desarrollar fármacos para los animales con mayor rapidez y que sean mucho más baratos, dicen ejecutivos.

Kindred, por ejemplo, espera recibir la aprobación de su primer fármaco a finales del presente año, apenas dos después de haber iniciado la compañía. El medicamento es una versión masticable, con sabor a carne de res, del genérico diacereína, utilizado en Europa, pero no así en Estados Unidos, para tratar la artritis en las personas.

Los reguladores europeos se están movilizando para restringir el uso del fármaco por motivos de seguridad, pero Kindred dice que los preocupantes efectos secundarios, como daño al hígado, deberían presentarse con menor frecuencia en los perros. En algunos casos, es posible usar las drogas para humanos directamente en animales. Sin embargo, no es posible hacerlo en otros.

Por ejemplo, algunos calmantes, como el ibupofreno, causan efectos secundarios graves en los gatos. Los anticuerpos monoclonales que se han desarrollado para las personas causarían reacciones inmunes si se utilizan en animales.

Nexvet, una compañía australiana privada, tiene un método para "mascotizar" a los anticuerpos, tal como los que se desarrollan en ratones se "humanizan" para utilizarlos en personas.

En algunos casos, a los emprendedores los motivan las enfermedades de sus propias mascotas. La doctora Jennie P. Mather, por ejemplo, acababa de vender Raven Biotechnologies, una compañía que hace anticuerpos contra el cáncer que ella había fundado, cuando su gata Annie murió de un cáncer gástrico que no se podía tratar. "Aquí estaba yo, trabajando para hacer fármacos contra el cáncer con un proceso por el cual se podían crear docenas de posibilidades al año", comentó. "Y que me dijeran: 'Lo sentimos, no hay nada que podamos hacer', hizo que me pusiera a pensar mucho".

Estableció CanFel Therapeutics, pero no pudo recaudar dinero entre los inversionistas de riesgo. "En un minuto podía decir si el inversionista tenía una mascota o no", recordó. "De ser así, me escuchaban. Si no, me miraban como si estuviera totalmente loca".

CanFel recurrió a la financiación colectiva para recaudar suficiente para la adquisición del equipo de laboratorio, pero, por ahora, el poco personal labora sin remuneración. Mather espera que la recepción que se les dio a Aratana y a Kindred en Wall Street le facilite a CanFel la captación de dinero una vez que tenga un fármaco candidato.

Se fundó VetDC para aprovechar otra tendencia: que son cada vez más las farmacéuticas que prueban sus fármacos en mascotas para obtener una lectura temprana sobre cómo podrían funcionar en las personas. Por ejemplo, Gilead Sciences dejó de trabajar en un fármaco que estaba desarrollado para tratar los linfomas en las personas. Sin embargo, para entones, los estudios habían mostrado "datos hermosos en las mascotas de la gente", comentó Steven Roy, un exejecutivo de Amgen, quien maneja VetDC. Así es que la empresa está desarrollando ahora ese fármaco para el linfoma en perros. Ya comenzó a presentarse cierta consolidación en la nueva industria. Aratana, que significa nuevo en japonés, adquirió otras dos empresas emergentes, Vet Therapeutics, que estaba elaborando anticuerpos, y Okapi, que desarrollaba antivirales.

Aratana cuenta con una aprobación regulatoria condicional para dos anticuerpos para tratar el linfoma en perros. Son los mismos mecanismos de acción que tienen los fármacos para humanos, Rituxan y Campath, respectivamente. Aratana planea comenzar la comercialización de uno de ellos en octubre. Si tienen éxito las empresas emergentes, podría ser que no pasara demasiado tiempo para que las compañías de biotecnología ya establecidas integren sus propias divisiones para animales. Al menos una empresa, Sorrento Therapeutics, anunció hace poco que lo haría.

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