New York Times Syndicate

Crían “pollitos sin antibióticos” para golpear a rivales

Perdue ha implementado medidas para eliminar el uso de antibióticos en los animales que cría, lo cual orilla a sus rivales a también tomar cartas en el asunto y no rezagarse

Los pisos están impecable en la incubadora 3, en el extenso complejo de Perdue en Salisbury, Maryland. Se volvieron a colocar las puertas para que se abran hacia afuera, y se modernizaron el sistema de control de temperatura y el de ventilación, todo para minimizar el potencial de contaminación aérea.

Los 1.5 millones huevos que llegan cada semana para iniciar el proceso por el cual se convertirán en el suministro de pollos de la empresa están tan limpios que no tienen ningún rastro de heces o plumas, que eran comunes en el pasado. Los colocarán en cámaras que se desinfectan a diario con peróxido de hidrógeno durante los 21 días del ciclo de incubación y eclosión, lo cual es un programa más riguroso. Ninguna mano humana tocará los huevos durante esas tres semanas.

A Perdue le llevó aproximadamente una década perfeccionar la crianza de pollos sin antibióticos de ningún tipo, y ahora llegó al momento crítico: más de la mitad de los pollos que vende se pueden etiquetar: "nunca se usaron antibióticos", sin precedentes en una importante empresa avícola.

Competidores como Tyson y Foster Farms están tomando medidas para eliminar el uso de antibióticos importantes para los humanos en sus operaciones de pollos, a medida que lo exigen clientes como McDonald's y Chick-fil-A.

No obstante, siguen usando ionóforos que son antibióticos que no se usan en la medicina para humanos; un punto que Perdue trata de recalcar en sus anuncios en los que aparece Jim Perdue, el director ejecutivo y nieto del fundador de la empresa.

"Algunos de mis competidores planean reducir el uso de antibióticos en los próximos años, ¿pero qué van a cenar esta noche?", pregunta Jim Perdue en uno de ellos, resaltando el pollo "sin ningún antibiótico" de su empresa.

Un portavoz de Tyson dijo que ellos usan antibióticos lo menos es posible.

"Estamos trabajando en alternativas de antibióticos con nuestros socios en investigación, no obstante, mientras no estén disponibles planeas seguiremos usando ionóforos", dijo el portavoz Gary Mickelson. Añadió: "No vamos a comprometer el bienestar de los animales por razones de márquetin".

Hace mucho que se usan antibióticos en la dieta de los animales de granja para fomentar el crecimiento, controlar enfermedades y reducir costos. Sin embargo, durante varios años, funcionarios de salud pública han expresado inquietud de que el consumo de carne de animales criados con antibióticos – particularmente, los utilizados en la medicina humana – pudiera contribuir a la resistencia hacia ellos.

Hay pocas pruebas científicas que indiquen que los ionóforos amenazan a la salud humana, notó Jonathan Kaplan, el director del programa de alimentación y agricultura en el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales. No obstante, dijo Kaplan, Perdue aumenta el límite para la industria avícola.

"Aquí está Perdue tomando lo que ha sido tradicionalmente un producto de nicho y lo está haciendo parte de la corriente principal", dijo. "Es un hito en este sector".

No es la primera vez que Perdue eleva las demandas para sus competidores. De mala fama (al menos en el negocio de los pollos), Frank Perdue, el hijo del fundador, fue a la radio para señalar que, a diferencia de los de Perdue, los demás pollos estaban flacos, y tenían rasguños y plumas.

Jim Perdue insiste en que no pretende cambiar a su competencia.
"Tratamos de estar a la vanguardia de las cosas", dijo en una entrevista en la casa de la granja donde su abuelo Arthur Perdue comenzó el negocio. "Tiene más que ver con que nuestro nombre está en el paquete, que con alguna campaña para movilizar al sector".

Los anuncios, dijo, son un esfuerzo por enseñar al consumidor sobre los antibióticos y diferenciar a Perdue de sus competidores.

"Hay mucha confusión en torno al uso de antibióticos que debe aclararse", notó Jim Perdue. "No creo que el consumidor realmente sepa lo que significa que gente como usted escriba 'antibiótico humano' o 'antibióticos importantes para la medicina humana'; ¿qué otro tipo de antibióticos hay?".

La respuesta es ionóforos, que son antibióticos utilizados en animales – nunca en humanos – para favorecer el crecimiento, prevenir enfermedades y reducir costos.

"Los consumidores piensan que cuando dices que no hay antibióticos, quieres decir ningún antibiótico, no que quieres decir estos antibióticos; pero no estos otros", explicó Jim Perdue.

De hecho, la única carne que legalmente puede etiquetarse "sin antibióticos", de conformidad con la regulación federal, es la que proviene de animales criados sin antibióticos ni ionóforos, muchas compañías avícolas tienen líneas de productos nicho que cumplen con ese estándar. Tyson, por ejemplo, vende esos pollos con la marca NatureRaised Farms, pero hoy representa lo que un portavoz describió como parte "reducida" del total de ventas de pollo de la compañía.

El esfuerzo por eliminar a los antibióticos en Perdue empezó hace más de una década y, en el 2007, comenzó a vender productos que cumplían con los requisitos para la etiqueta "sin antibióticos" con la marca Harvestland.

Sin ningún apoyo publicitario, ni el nombre Perdue en la etiqueta, despegó Harvestland. En pruebas de sabor en el Centro Innovación de la empresa, los consumidores dijeron, sistemáticamente, que el pollo Harvestland sabía mejor que el Perdue.

El éxito de Harvestland fue la validación de los esfuerzos de la empresa por eliminar los antibióticos de sus operaciones y, en el 2011, FPP Family Investmentes, dueña de Perdue, adquirió Coleman Natural Foods, un productor de carnes orgánicas y "naturales", con lo que añadió, de un día para otro, puerco y res a las líneas de productos, por primera vez. Hoy, Harvestland es un negocio de 200 millones de dólares para Perdue.

"Aprendimos mucho de Coleman", dijo Bruce Stewart-Brown, vicepresidente sénior para seguridad alimentaria y calidad, y operaciones vivas en Perdue.

Cuando la empresa comenzó a eliminar los antibióticos de su producción, aumentaron un poco los índices de mortalidad, y se elevaron más los costos.

"Nos ha llevado 14 años reducir el costo de hacerlo de esta forma", dijo Stewart-Brown, un veterinario. "Sigue siendo un poco más caro hoy, pero entre más limpios somos aquí, más beneficios hay para los pollos cuando llegan a las granjas".

Aun cuando Perdue trabaja para eliminar los antibióticos, sigue siendo objeto de críticas. En el 2014, Compassion in World Farming, una organización que defiende un mejor bienestar para los animales en las granjas, dio a conocer un video en el que muestra a aves criadas para Perdue que viven en sitios muy reducidos, encima de sus propias heces fecales, con vientres inflamados, en carne viva.

"Puede ser diferente lo que tú piensas que es el trato humanitario de un animal, a lo que yo pienso que es un trato humanitario de un animal", dijo Jim Perdue cuando se le preguntó sobre el video.

Agregó que el Departamento de Agricultura había verificado el proceso de Perdue para asegurarse de que a sus aves se las trata en forma humanitaria.

Dicho esto, Stewart-Brown hizo un viaje por Europa para aprender más sobre los estándares de bienestar de los animales, los que, típicamente, son más estrictos que los de Estados Unidos. Comentó que vio diversos sistemas de gallineros, incluidos los que permiten la luz exterior en los graneros a través de ventanas opacas.

"Pasé el día con una persona en Oxford que tiene un concepto simple de atención de los pollos", contó. "Ella pregunta si están sanos, si reciben lo que necesitan y si reciben lo que quieren".

Los criadores de Perdue ya siguen un nuevo protocolo para manejar "la cama", lo que cubre el suelo en los gallineros y Jim Perdue dijo que la empresa está explorando formas diferentes de mejorar las condiciones de vida de sus aves.

¿El próximo intento de Perdue por cambiar el juego en el negocio de las aves de corral será una evolución en sus estándares para criar a sus pollos? Jim Perdue no quiso decir nada.

Más bien, observó: "Necesitamos aves más contentas".

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