New York Times Syndicate

¿Planea un viaje? Su huella digital lo puede frenar

La huella digital de una persona lo acompaña de país a país, y declaraciones en redes sociales o registros en bases de datos pueden cerrar las fronteras de diversos países

La información, el dinero y los empleos fluyen con facilidad en todo el mundo, pero se está haciendo más difícil para los viajeros cruzar las fronteras.

A medida que las políticas de inmigración se hacen más estrictas y aumentan la seguridad y la tecnología para aplicarlas, los viajeros pueden quedar atrapados por su huella digital. Una aprehensión o una condena anteriores hasta la admisión pública de alguna actividad ilegal pueden ser causa de inadmisibilidad. Lo mismo pasa con el activismo político o la impresión de que un viajero va por negocios sin la visa de trabajo.

Mientras los gobiernos aspiran a ser más vigilantes en sus fronteras, las bases de datos y huellas digitales que deja la gente han facilitado más que los agentes investiguen y les nieguen la entrada a algunos viajeros.
En parte, un teléfono celular fue lo que delató a Jake Owen, un músico de Brooklyn, cuando voló a Canadá para tocar en un café el año pasado. A Owen, un ciudadano estadounidense, lo detuvo un agente fronterizo canadiense en el aeropuerto de Vancouver durante varias horas, mientras lo interrogaba sobre el propósito de su visita.


"Preguntó: '¿Va a trabajar mientras está aquí?'", recordó Owen. "Respondí: 'Hay una tocada en una cafetería, pero es sin cobrar'. Él me dijo: 'Usted sabe que necesita un permiso para trabajar aquí', muy amenazador. De inmediato, tomó mi teléfono; yo no sabía que tenía el derecho de hacerlo".

Owen contó que el agente encontró un mensaje en el teléfono que sugería que el amigo, un cantante danés con quien iba a tocar, le pagaría y no la cafetería. Sin embargo, eso fue suficiente para que lo pusieran en un avión de regreso a Newark, Nueva Jersey.

"Estaba en un enorme salón de interrogatorios con mesas de acero. Estaba realmente frío, y este tipo actuaba como si me hubiera atrapado con las manos en la masa, diciéndome que podría hacer que me prohibieran la entrada a Canadá para siempre si no decía la verdad", narró Owen. "Aparentemente, me regresaron porque supuestamente le mentí a un agente federal. Pero, de hecho, no sé qué pasó. No nos iban a pagar; no se iba a intercambiar dinero en Canadá".

Nancy Caron, una portavoz del Ministro de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, dijo que no podía comentar sobre el particular, pero aclaró que alguien que toca aunque sea en un espectáculo pequeño por poco dinero podría necesitar un permiso para trabajar; a diferencia de un músico famoso en un local muy grande.

"Por lo general, si potencialmente se le está quitando un empleo a un canadiense, necesitas un permiso para trabajar", dijo Caron. "Si eres un gran intérprete internacional, entonces, no le estás quitando a nadie el trabajo".

En el sitio web del Ministerio de Ciudadanía e Inmigración de Canadá aparece la lista de ejemplos de visitantes que no necesitan permiso de trabajo, incluidos reporteros y conferencias. Sin embargo, es típico que sí lo requieran los músicos que tocan en un bar o un restaurante.

Aaron Caplan, vicepresidente de Perry International, que ayuda a los viajeros a obtener visas, explicó que algunos países son más cuidadosos al examinar a los visitantes en cuanto a si requerirían de autorización para trabajar.

"Para Brasil, hay una visa diferente si vas por poco tiempo y haces un trabajo práctico, aun si es para una empresa en Estados Unidos", dijo Caplan. "Y, en China, hemos sabido que de verdad escudriñan lo que hace la gente allá, para asegurarse de que todos los que están trabajando tengan visa de trabajo".

Otro tema que puede presentar problemas a los viajeros son los antecedentes penales. Caplan dice que Canadá es el principal país que ha sorprendido a visitantes considerados "inadmisibles penalmente" debido a una detención o una sentencia pasadas. "La tecnología ha facilitado la revisión respectiva", señaló.

Estados Unidos y Canadá comparten datos de antecedentes criminales, así es que los agentes fronterizos canadienses pueden ver los expedientes de la base de datos de la FBI, y Canadá comparte los suyos con Estados Unidos. Se les puede negar la entrada a Canadá a los viajeros, si han cometido uno de una amplia gama de delitos, incluidos robo, asalto, conducción imprudente, conducción bajo la influencia de drogas o alcohol, y posesión de sustancias controladas.

La aplicación de estas normas ha llevado a confusión en cuanto a si una vieja acusación de hurto en almacenes o manejo bajo la influencia de estupefacientes podría evitar que alguien viaje a Canadá, pero Caron señaló en un correo electrónico que no siempre es posible averiguar con antelación.

"No existe un mecanismo específico que permita que un visitante sepa de antemano si lo van a dejar entrar o no", escribió. "La decisión final de si se le permite a alguien la entrada a Canadá la toma un funcionario de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá una vez que la persona llega a un punto de entrada".

Los viajeros que tienen antecedentes penales pueden solicitar una dispensa o un permiso temporal de residencia para visitar Canadá, pero hay que anexar a la solicitud copias de documentos judiciales, cuya obtención puede ser costosa y llevar mucho tiempo.

Para los extranjeros que esperan visitar Estados Unidos, tener antecedentes penales o, incluso, haber admitido públicamente alguna actividad ilegal puede ser, también, una barrera para ingresar.

Esta primavera, no se permitió la entrada a la chef británica Nigella Lawson porque reveló en una causa en un tribunal que había usado cocaína, y The Globe y el Mail informaron hace poco que el alcalde de Toronto, Rob Ford, quien había dicho que buscaría tratamiento para resolver un problema con el alcohol, voló de regreso a Canadá sin haber entrado oficialmente a Estados Unidos. Ford también admitió haber usado drogas ilegales.

Los ciudadanos de países del programa de dispensa de visa de Estados Unidos, como Gran Bretaña, no necesitan visa para viajes cortos, pero deben responder preguntas como: "¿Tiene alguna enfermedad transmisible; algún trastorno físico o mental, o abusa de las drogas o es drogadicto?".

El cuestionario, parte del Sistema Electrónico para la Autorización de Viajes (ESTA, por sus siglas en inglés), investiga a los viajeros y les otorga permiso para visitar Estados Unidos. Se le pregunta al visitante potencial si alguna vez lo han aprehendido o sentenciado por una violación relacionada con sustancias controladas o algún delito que implique "infamia moral"; existe una amplia lista que incluye fraude, latrocinio y "la intención de dañar a personas o cosas".

Jenny Burke, una portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, indicó que contar con la aprobación del ESTA o una visa no garantiza la admisión al país y que los agentes fronterizos toman las decisiones finales sobre admisibilidad; le niegan la entrada a cerca de 366 personas al día. Además de ser responsables de las leyes de inmigración y aduanas, dijo, los agentes aplican más de 400 leyes de otras dependencias, lo que genera oportunidades para cometer errores, consideran algunos abogados.

"Los agentes fronterizos no tienen formación en leyes", dijo Robert Pauw, un abogado en inmigración de Gibbs Houston Pauw en Seattle. "Hemos visto, definitivamente, casos en los que interpretan erróneamente la ley o no la comprenden, y la gente padece las consecuencias de eso. De lo que es necesario tener cuidado es que si el agente hace preguntas más específicamente, se necesita responder con honestidad".

Los escritores y los activistas políticos también pueden toparse con problemas debido a su trabajo, lo cual es anterior a internet, pero que ahora les es más fácil a los gobiernos investigar tan solo el uso de Facebook, Twitter y Google.

Suzanne Nossel, la directora ejecutiva del PEN American Center, una organización que defiende la libertad de expresión de los escritores, dijo que los organismos de derechos humanos han tenido algunos logros al ayudar a autores a quienes les han negado visas para asistir a actos o pronunciar discursos.

Después de que se evitó que el escritor búlgaro-germano Ilija Trojanow, un crítico de la vigilancia que hace el Departamento de Seguridad Nacional, abordara una avión rumbo a Estados Unidos para asistir a una conferencia, PEN envió una carta a los departamentos de Estado y de Seguridad Interna para solicitar la revisión del caso de Trojanow, y se le permitió viajar a Estados Unidos en noviembre. Burke dijo que, con base en la ley de privacidad, no podía hablar de ningún caso en particular.

Aunque Nossel dice que este tipo de "exclusiones ideológicas" han bajado desde el 11 de septiembre, puede resultarles difícil a los viajeros averiguar por qué se les negó la visa o el permiso ESTA. "Conforme se acumulan más datos, se mueven más rápida y fácilmente entre las dependencias de gobierno y las autoridades de inmigración", señaló, "así es que es posible que haya más posibilidades de que salte algo".

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