New York Times Syndicate

El nuevo láser que promete retirar ese odiado tatuaje

Un nuevo tipo de rayo láser llamado de pico segundos, que dispara pulsaciones a una trillonésima de segundo, tiene la capacidad de remover completamente ese tatuaje no deseado que te hiciste cuando eras un adolescente.

NUEVA YORK.- Años después de que Carly Cardellino abandonó su fraternidad universitaria, no podía dejar atrás una parte de ella: una estrella verde azulada y un corazón rojo delineado en negro, el símbolo del grupo, un tatuaje en su pie izquierdo por el cual pagó 50 dólares durante su segundo año en la universidad.

En 2009, después de un tratamiento con rayos láser cada cuatro semanas durante un año (3 mil dólares), el tatuaje "parecía un moretón, como si alguien me hubiera pisado el pie con un tacón alto", dijo Cardellino, editora de belleza de Cosmopolitan.com. "Se veía peor que como tatuaje".

Cardellino se había resignado a cubrirlo con un curita circular de color carne cuando, en diciembre de 2012, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) aprobó un nuevo tipo de rayo láser que removería, entre otras cosas, los llamados tatuajes recalcitrantes. Después de siete tratamientos (400 dólares por sesión) en el consultorio del doctor Paul Friedman, un dermatólogo de Manhattan, el tatuaje desapareció.


"La piel es un poquito más clara", dijo Cardellino, quien lo atribuye en parte a su uso obsesivo de protector solar en el área. (Los tatuajes no pueden exponerse al sol mientras están siendo tratados.) "Pero si le mostrara que tuve un tatuaje ahí, usted me respondería: 'No te creo'".

El nuevo rayo láser, llamado de picosegundos porque dispara pulsaciones a una trillonésima de segundo, funciona igual que la generación anterior de rayos láser, que es desintegrando la tinta para que el cuerpo pueda absorberla.

Pero ha sido ampliamente elogiado como el primer avance importante en la remoción de tatuajes en los últimos 20 años. Eso es porque, comparado con los rayos láser antiguos, que funcionaban meramente a billonésimas de segundo, los médicos dicen que los rayos láser de picosegundos reducen el periodo de tratamiento a la mitad y pueden remover colores de tinta (rojos, azules y verdes) que anteriormente apenas reaccionaban.

Un pequeño estudio publicado en la revista especializada Dermatology demostró que dos tercios de los tatuajes con pigmentos azul y verde casi desaparecieron después de uno o dos tratamientos con un rayo láser de picosegundos.

A sus partidarios les gusta describir la diferencia en cuán finamente los nuevos rayos láser desintegran la tinta como la diferencia entre guijarros y arena. (Los investigadores ya están trabajando en un rayo láser de femtosegundos, el cual pulsaría a una cuatrillonésima de segundo y, siguiendo esta analogía, presumiblemente pulverizaría la tinta a sedimento.)

"Es un avance realmente importante", dijo el doctor Roy Geronemus, un profesor de dermatología en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, quien ha trabajado con rayos láser desde 1983 y realizado algunos de los estudios iniciales con los rayos láser de picosegundos. (Geronemus está en el consejo de asesores médicos de la compañía que produce el rayo láser.)

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Como con todos los tratamientos cosméticos, hay algunos elementos de exageración mercadológica. La remoción de tatuajes es una industria de aproximadamente 75 millones de dólares al año; que atiende principalmente a jóvenes profesionales que piensan que los tatuajes están impidiendo su ascenso, madres que deciden que el arte ya no encaja con su imagen y entusiastas de los tatuajes que simplemente quieren redecorarse.

También hay una sección de desamor y esperanzas rotas. El doctor Bruce Katz, un dermatólogo de Manhattan, ha retirado dos veces el nombre de la misma mujer del trasero del mismo hombre. Saque sus conclusiones.

Pero el número de procedimientos realizados en Estados Unidos ha disminuido significativamente en los últimos años, a 33 mil 363 en 2014 respecto de 58 mil 429 en 2012, el año más reciente para el cual tiene cifras la Sociedad Estadounidense para la Cirugía Plástica Estética.

Algunos médicos atribuyen el descenso a la capacidad del nuevo láser para reducir los tratamientos por paciente (cada tratamiento cuenta como un procedimiento, en las estadísticas de la sociedad), pero el doctor James Grotting, presidente de la sociedad, tiene una interpretación menos positiva.

"Las cifras están descendiendo porque los procedimientos de remoción de tatuajes no han dado resultados predeciblemente buenos", escribió Grotting en un correo electrónico. Llamó a los tatuajes "un problema aún no resuelto" debido a la posibilidad todavía presente de dejar cicatrices y la amplia variación en cómo los diferentes colores y tipos de tinta responden a los rayos láser. La tinta rosa, por ejemplo, a menudo contiene óxido de hierro, lo cual significa que puede volverse negra bajo un rayo láser, un resultado menos que deseable.

Nadie discute que retirarse un tatuaje es mucho más costoso y consume más tiempo que hacérselo poner en primer lugar, y el costo rara vez, si acaso, es cubierto por los seguros médicos. Solo una mujer entrevistada reportó un tatuaje que casi quedó "limpio", como lo describió, en uno o dos tratamientos, y el suyo era un diminuto signo zodiacal café en su dedo anular derecho. (El costo y resultados iniciales varían ampliamente según el tamaño del tatuaje y su ubicación; los tatuajes en las piernas y los pies tardan más en desaparecer, probablemente porque es menor el flujo sanguíneo.)

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Ante un toque del rayo láser, la piel se endurece inmediatamente. (Si no lo hace, "uno sabe que la tinta no está absorbiendo la luz", dijo Friedman.) ¿Exactamente cuán doloroso es un proceso que, si va bien, se supone que conducirá a ampollas supurantes? La mayoría de los médicos ofrecen crema adormecedora e inyecciones de lidocaína, lo cual significa que para el momento en que golpea el láser (con un chasquido de sonido ominoso), la peor parte ha pasado. Solo pregúntele a Julian Schratter, un artista de Brooklyn.

Aunque Schratter pasó felizmente cinco horas bajo la aguja para que le tatuaran una secoya desde su rodilla derecha hasta la ingle el año pasado, teme a las inyecciones. "Es irónico, sabe", dijo. Para su primera cita, su ansiedad frenó la inyección de las 10 dosis de lidocaína que necesitó durante una odisea de dos horas y media. Tiempo real bajo el rayo láser: siete minutos.

Schratter, quien tiene otros siete tatuajes y planea reemplazar la secoya con algo más, estuvo más relajado para su segunda cita, que tomó solo unos 45 minutos. Sin embargo, dijo en broma, "la deforestación es difícil".

RECUADRO

No todos los removedores de tatuajes son dermatólogos

En esencia, la remoción de tatuajes con rayo láser es tocar con una varita un trozo de piel. En Estados Unidos, el procedimiento es regulado por los estados, muchos de los cuales permiten que los operadores de rayos láser trabajen después de solo 16 horas de entrenamiento práctico.

Considere esto que aparece, impreso en tipografía gruesa, en el sitio web de la compañía de rayos láser Astanza: "Emprendedores sin antecedentes médicos en más de 45 estados operan negocios de remoción de tatuajes con rayos láser altamente rentables de manera cotidiana".

La compañía luego señala que aun cuando se requiere que un médico funja como director médico, "este papel generalmente requiere solo verificaciones periódicas".

El estado de Nueva York requiere que un médico supervise los tratamientos con rayos láser, pero específicamente añade que esto "no debería ser interpretado como que necesariamente se requiera la presencia física del médico supervisor en el momento y lugar donde se realicen esos servicios". Nueva Jersey es más estricto: solo médicos.

Los doctores generalmente cobran al menos el doble que las clínicas de rayos láser, entonces ¿por qué pagarle a un médico titulado?

"Se le puede enseñar a un mono a presionar un botón", dijo el doctor S. Tyler Hollmig, profesor asistente de cirugía dermatológica en la Universidad de Stanford. "Es cuestión de juicio. Esa es la razón de que uno quiera a un médico".

Todos los doctores tienen un relato de un paciente que acudió a ellos después de un procedimiento de remoción mal hecho. Tratar un tatuaje de manera adecuada incluye comprender la biología de la piel a su alrededor. No hay uniformidad entre las tintas para tatuajes.

Y un paciente quizá quiera alguien que pueda analizar el color de la piel (la piel más oscura es más difícil), la historia del tatuaje (¿ha sido tratado antes?) y su antigüedad (los tatuajes más antiguos son más fáciles, ya que el cuerpo se deshace lentamente de la tinta, la cual podría haberse desvanecido de cualquier manera).

Los tatuajes necesitan tener al menos seis meses de antigüedad para ser retirados, porque la respuesta inflamatoria tiene que haber cesado, o un tratamiento de remoción podría empeorarlo.

Y quizá sea menos doloroso ir a un médico. Aun cuando su estado no considere que operar un rayo láser sea una práctica médica, administrar una inyección de lidocaína regularmente lo es.

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