Cuando el mundo entero está obsesionado con tu cliente estrella, que es una víctima de la moda, e infinitamente fotografiada, se presenta un problema peculiar.
En este mes de junio, la mayoría de las mujeres quiere las colecciones Otoño/Invierno. Sin embargo, para Rihanna, el ícono de la moda, esas son noticias viejas.
La industria de la moda sigue sin encontrar una forma de complacer los caprichos de Rihanna; simplemente no puede mantenerse al día con ella. Pero eso no le importa a la cantante, porque tiene a Ottenberg, quien la prepara para cualquier evento: conferencias, conciertos, sesiones de fotografía, videos y hasta salidas informales.
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Vestir a Rihanna es todo un reto, porque ella adora la moda y la moda la adora a ella.
Ella fue indiscutiblemente lo más codiciado para la primera fila en la Semana de la Moda de París en marzo, donde presenció los espectáculos de Dior, Chanel, Givenchy, Comme des Garçons y Stella McCartney.
Apareció en la portada de la importante edición de marzo de la revista Vogue, que tomó nota de "El Efecto Rihanna" en las colecciones de primavera, delineando la influencia de su imagen en diseñadores como Tom Ford, Peter Dundas de Pucci y Olivier Rousteing de Balmain.
Detrás de escena en su show, Rousteing la nombró entre sus influencias: Su colección, dijo, era "celebrar mi edad, mi inspiración, mi amor, Rihanna." Él ya la había reservado para aparecer en su campaña de primavera, al estilo de Ottenberg.
Esta semana, la cantante fue nombrada Ícono de la Moda 2014 por el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos como parte de los Premios CFDA.
No hay duda de que Rihanna tiene poder de estrella y un catálogo envidiable de éxitos. (Ha acumulado 13 sencillos en primer lugar en la lista Billboard Hot 100, empatando el récord de Michael Jackson.) Pero la adulación de la moda es un fenómeno más reciente. "Su amor por la moda comenzó hace dos años", asegura Ottenberg. "Yo siempre vi mucho potencial de estilo y moda en Rihanna; ella es increíble".
Ottenberg ha pasado la última década más o menos como un estilista que trabaja principalmente en revistas y pasarelas. Él diseñó los shows de las semanas de la moda del hombre profesional, del diseñador Adam Kimmel y contribuyó con revistas no convencionales, como Purple e iD.
Sin embargo, todo el tiempo Ottenberg mantuvo una obsesión con la cultura pop. "Su retentiva por la historia de la cultura pop es bastante única, por lo menos dentro de nuestro círculo", comentó el arquitecto y diseñador Rafael de Cárdenas, un amigo desde sus días en la Escuela de Diseño de Rhode, quien afirma: "nuestro círculo es bastante bien aceptado en la cultura pop".
Ottenberg comenzó a trabajar con Rihanna para la gira "Loud" en 2011. Su colaborador más cercano es su novio Adam Selman, quien también le ha diseñado varios vestuarios a la cantante.
"Por ver la noche de estreno, por verlo en vivo y ver a los fans enloqueciendo y cantando, me enganché", admite Ottenberg. "Cuando Rihanna y yo comenzamos a colaborar, pensé: 'Esto es genial. Esto es algo diferente. Se puede hacer algo con esto. Puedes iniciar tendencias. Esto es algo de lo que la gente va a hablar'".
Sin embargo, en una industria donde los estilistas tienden a dividirse entre celebridades y campos editoriales, Ottenberg, de 38 años, eligió apoyar a ambos. "Trabajar con ella es realmente gratificante", dijo.
Ottenberg da asesoría a Nike y continúa con el diseño para revistas, incluyendo la revista de cultura de vanguardia 032c, con sede en Berlín, que el año pasado lo nombró su director de modas. Joerg Koch, su fundador y editor, elogió su capacidad de entender y equilibrar la estética de una estrella del pop internacional y una revista especializada.
"Eso es probablemente un nuevo fenómeno", refirió. "Todo aquello de lo convencional contra lo clandestino simplemente ya no existe".
Ya sea lo convencional o lo clandestino, un desaliño desgastado y cómodo, siempre ha sido una parte clave de la estética de Ottenberg. No en vano John Galliano fue un mecenas anticipado, quien contrató a Ottenberg para arreglarlo a él personalmente en el estilo elegante tipo quemado y deshilachado que él favorecía.
"Me encanta el glamour y puedo jugar con él, pero al final del día estoy más en la onda tipo rudimentario, desarreglado. Y eso ha sido muy bien recibido por Rihanna", admitió.
La última cantante que causó un impacto comparable en moda (y ser nombrada Icono de la moda del CFDA, en 2011) fue Lady Gaga, cuyo sentido de la moda tiende hacia lo conceptual y el arreglo excesivo. Rihanna, por el contrario, es atractiva, a menudo glamorosa, pero sagaz. "Ella es tan hermosa, es tan extravagante, no necesita tantas cosas como Lady Gaga", asegura Ottenberg.
Ottenberg y su novio ahora se alinean para crear estilos personalizados para Rihanna. Además de Selman, los diseñadores Riccardo Tisci de Givenchy, Raf Simons y Alber Elbaz de Lanvin, crearon piezas para su reciente gira "Diamonds". Una nueva gira con Eminem comienza este verano.
"Ella quiere estar muy segura de lo que viste, es muy exigente", afirma Ottenberg.