New York Times Syndicate

El auge del shale en EU convierte a importadores en exportadores

Luego de tres años de inactividad, Golden Pass, una gigantesca terminal de gas importado de Medio Oriente ubicada en Texas, podría ser convertida ahora en un depósito de gas estadounidense para exportación, proyecto que sería financiado en buena medida por Qatar.

SABINE PASS, Texas.– La gigantesca terminal importadora de gas natural Golden Pass aquí, destinada a traer gas de Medio Oriente a los estadounidenses hambrientos de energía, está siniestramente silenciosa en estos días, como un aletargado museo a una era pasada.

Sus 5 mil válvulas, más de 22 millones de kilos de acero y un atracadero de barcos tan grande como 77 campos de fútbol americano – que representan una inversión de 2 mil millones de dólares de Qatar Petroleum, Exxon Mobil y Conoco Phillips – han estado inactivos durante casi tres años. El inesperado frenesí del "fracking" de esquisto estadounidense produjo tal exceso de gas en el país que Estados Unidos ya no necesita más el gas qatarí.

Pero la historia de Golden Pass apenas está comenzando, Qatar Petroleum, la compañía petrolera estatal, ahora está solicitando permiso para exportar gas estadounidense, proponiendo con su socio Exxon Mobil una audaz conversión de la instalación de la importación a la exportación. El costo adicional estimado: 10 mil millones de dólares, si no más.

Conoco Phillips ha renunciado al proyecto de exportación, decidiendo no duplicar su inversión. Para Qatar Petroleum y Exxon Mobil, el plan de reconversión representa una gran improvisación y un plan para exportar una parte considerable de la nueva bonanza estadounidense.

"¿Esperamos ganar con esto un dinero que no estamos ganando ahora? Absolutamente", dijo Robert S. Franklin, presidente de Exxon Mobil Gas and Power Marketing Co. "Hay una importante ventaja en este proyecto".

Las dos compañías proponen revertir algunos ductos, usando los tanques de almacenamiento de gas y muelles existentes y añadiendo tres enormes plantas refrigerantes al complejo en terrenos ahora ocupados por ganado que pasta bajo un sol abrasador. Las plantas recibirán gas estadounidense y lo enfriarán a menos 162 grados centígrados, condensándolo a un líquido que pueda ser cargado en buques tanque y enviado a mercados asiáticos, latinoamericanos y europeos.

Golden Pass es uno de los ocho potenciales proyectos de gas natural licuado que Exxon está considerando, incluidos proyectos en Canadá, Australia y Tanzania. Como el mayor productor en Estados Unidos, Exxon pudiera lucrar enormemente con la terminal.

La propuesta conversión ofrece muchos beneficios a Qatar, que planea poner hasta 70 por ciento del dinero para el proyecto de exportación. Es una forma de salvar un proyecto fracasado de un bochorno y convertirlo en una joya entre sus inversiones gaseras, que ya se extienden desde el Golfo Pérsico hasta el Mar Adriático y Gales del Sur. El proyecto permitiría al emirato del Golfo Pérsico capitalizar la revolución energética de Estados Unidos a tiempo para ayudar a financiar la organización de la Copa Mundial de 2022 y otros gigantescos proyectos de construcción.

Lo más importante es que Golden Pass pudiera ayudar a Qatar a seguir siendo un jugador dominante en el creciente y rápidamente cambiante mercado del gas natural mundial. Qatar hace uso de su inmensa riqueza gasera para ejercer influencia política en el Medio Oriente y el norte de África, respaldando directa e indirectamente a Hamas en Gaza, las milicias islámicas en Siria y Liba y los aliados de la Hermandad Musulmana en toda la región, aun mientras concede a Estados Unidos el espacio para una base militar en el umbral de Irán.

"Los qatarís tienen una visión clara de que su recurso es comercial y geopolítico", dijo Amy Myers Jaffe, especialista en energía y el Medio Oriente en la Universidad de California en Davis. "Quieren vender su gas a lugares importantes, y quieren ser importantes para Estados Unidos".

Qatar es una potencia energética en lenta declinación, en parte porque Estados Unidos ya no necesita su gas. En pocos años, otros países, particularmente Australia, reemplazarán a Qatar como el productor influyente mundial que determinará dónde van los suministros y a qué precio; las tarifas de venta de gas se establecen regionalmente y no mundialmente como sucede con el petróleo.

Pero los grandes compradores asiáticos y europeos están negociando cada vez la compra de gas a precios que se acerquen al bajo precio del gas estadounidense, frecuentemente en el mercado spot. Eso es mucho más bajo que el precio preferido de Qatar, que se indexa en relación con los más altos precios del petróleo mundiales. Conforme más gas estadounidense llegue al mercado mundial, Qatar se sentirá cada vez más presionado, dicen especialistas en energía.

Qatar aún tiene abundante poder de determinación de precios. Sus propias plantas exportadoras, las cuales opera en asociación con Exxon Mobil, Royal Dutch Shell, Total de Francia y otras compañías petroleras internacionales, producen un tercio de los así 209 millones de toneladas métricas de la producción del gas natural licuado mundial anual.

Pero las terminales de exportación que están siendo construidas alrededor del mundo ofrecerán a los mercados unos 73 millones de toneladas métricas de capacidad anual adicional; y ninguna de ellas está siendo construida en Qatar. Australia reemplazará a Qatar como el exportador de gas mundial más grande para 2017, según un reporte elaborado este año por Eurasia Group, la firma de consultoría geopolítica basada en Nueva York, y la capacidad combinada de Estados Unidos y Canadá también superaría a la de Qatar para 2020.

"Si quieren conservar participación de mercado, Qatar definitivamente va a necesitar más gas", dijo Leslie Palti-Guzman, analista de energía y recursos naturales mundiales en Eurasia Group.

Qatar quizá necesite más gas, pero producir más en casa es una propuesta con enorme carga política. El país tiene una moratoria sobre la producción de gas de su principal campo frente a la costa, que comparte con Irán. Una razón principal, dicen especialistas en energía regionales, es evitar acusaciones airadas y una potencial represalia de parte de Teherán por drenar el campo compartido.

La terminal de Golden Pass daría a los qatarís más gas para vender sin romper su moratoria para las perforaciones en casa. La instalación de Texas también les daría la oportunidad de vender gas estadounidense al bajo precio estadounidense a operadores principalmente asiáticos que tienen la influencia de compra para demandarlo. Al hacerlo, Qatar puede intentar preservar el más alto precio indexado al petróleo para el gas que produce en casa.

"Para que Qatar se adapte, no solo necesitan adaptar su estrategia de comercialización en términos de dónde venden el gas sino también en términos de su estrategia de determinación de precios para retener participación de mercado", dijo Palti-Guzman. "Golden Pass encaja en ello".

Las solicitudes para hablar con funcionarios del gobierno y de la industria petrolera de Qatar no fueron respondidas. Franklin de Exxon Mobil dijo que no podía hablar por ellos, pero los elogió.

"Han sido tan buenos como cualquiera con quien hayamos tratado desde una perspectiva de negocios amistosos", dijo de los socios qatarís de Exxon Mobil.

El proyecto de Golden Pass sigue al menos a cinco años de rendir frutos, y ejecutivos de Exxon Mobil han expresado frustración al lento ritmo en que el gobierno del Presidente Barack Obama aprueba las terminales de exportación propuestas.

"¿Por qué no tenemos un permiso?", se quejó Franklin. "No tengo idea".

Para muchos especialistas, las perspectivas de la terminal parecieron haber mejorado cuando el Departamento de Energía emitió una regla en mayo pasando a las plataformas con fuerte respaldo financiero, lo cual incluye a Golden Pass, a la cabeza de la fila regulatoria para la aprobación.

Más de 20 proyectos están en consideración ante el Departamento de Energía de Estados Unidos y la Comisión Federal de Regulación Energética, que revisa su impacto ambiental. El Departamento de Energía dio su aprobación final a dos propuestos proyectos de exportación en septiembre, lo que les permitió embarcar gas a países sin acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. Se unieron a la terminal de Cheniere Energy, a pocos kilómetros de Golden Pass al otro lado de la frontera con Louisiana, que fue la primera terminal en conseguir la aprobación regulatoria federal total y se espera empiece a exportar para fines de 2015.

Sin embargo, el proyecto de Golden Pass sigue siendo un centro somnoliento de alta tecnología y gigantescas estructuras ubicado incongruentemente en una ciénaga infestada de lagartos. La terminal muestra pocos signos de Qatar, aparte de un conjunto de relojes que muestran el horario en Qatar y en Texas debajo de las fotografías de buques tanques qatarís que habían atracado aquí hace años antes de que la terminal entrara en inactividad.

También lee: