New York Times Syndicate

36 horas en Madrid

La capital española ofrece a sus visitantes un deleite para el paladar, pues entre sus calles se encuentran increíbles restaurantes que albergan estilo, cultura, historia y encantos sibaritas.

En los cinco años que han pasado desde que la economía de España cayó en picada, los madrileños nunca dejaron de salir, pero sí se volvieron más juiciosos con sus gastos.

Aunque no ha sido fácil para los negocios, a la larga ha sido bueno para los consumidores, conforme los vendedores y restauranteros hurgaron en las profundidades del cofre de tesoros de talentos y tradiciones españolas (y ni hablar de su riqueza agrícola) para superar la tormenta económica.

Antes de la tempestad, Madrid parecía desesperado por convertirse en una copia de cualquier otra metrópolis europea, pero ahora la ciudad se siente más española otra vez. Inventiva, creatividad y reinvención borbotean en galerías de arte, talleres de diseñadores y restaurantes.

El símbolo de la ciudad tal vez sea el oso, pero en lo que respecta a estilo, cultura, historia y encantos sibaritas, hay muchos motivos para sentirse al alza respecto a Madrid.

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Viernes

4 p.m.

A ALTA MAR

Reciba una perspectiva marina sobre historia mundial y los eventos navales que moldearon el vasto imperio de España de 1492 al presente en el Museo Naval (3 euros, o 4 dólares a un tipo de cambio de 1.33 dólares por euro). Contra un telón de fondo de pinturas tamaño mural de Cristóbal Colón pisando tierra en las Américas, o representaciones aéreas de batallas famosas como Trafalgar, los emblemas del poderío naval español abundan, desde los primeros exploradores hasta los últimos días del imperio. Hay cientos de galeones y veleros a escala armados intricadamente, algunos tan grandes como para salir navegando, vívidos recordatorios de que España alguna vez dominó los mares y aparentemente conservó excelentes registros de cada viaje. Dado que el museo es parte de un ministerio de gobierno, los visitantes requieren una credencia de identificación válida con fotografía.

6 p.m.

COMPRAS LOCALES

Las marcas de lujo mundiales alguna vez dominaron los principales escaparates del elegante distrito comercial de Madrid conocido como Barrio Salamanca, con talentos locales y diseñadores independientes apretujados en diminutos espacios y talleres de solo por cita. Con la corrección del mercado de bienes raíces de la ciudad ha llegado una nueva visibilidad para diseñadores y artesanos españoles de alta calidad. Eche un ojo a los hermosos zapatos de caballero hechos a mano en Almansa, Castilla - La Mancha, en Berwick 1707. Otros productos exquisitos de cuero (manufacturados en Ubrique, Andalucía) pueden encontrarse en La Portegna, incluyendo bolsas, chinelas flexibles de viaje y accesorios del siglo XXI como fundas para iPad y bolsos de yoga. Para recuerdos comestibles vaya a La Conservera, una nueva boutique de especialidades inaugurada por la empresa de conservas de pescado Frinsa con su línea de manjares de los ríos y costas de Galicia. Conforme las rejas de seguridad empiecen a caer a las 8, los consumidores pueden aliviar la transición de las compras al relax degustando vinos españoles en Lavinia, una de las vinotecas más queridas de la ciudad.

10 p.m.

UN MONTÓN SIN PAN

El Paraguas, el restaurante asturiano de Sandro Silva, ha reinado durante 10 años como la cantina preferida por muchos de los influyentes de Madrid. En 2012 Silva inauguró Ten Con Ten, que tiene una vibra más casual. El innovador menú varía ampliamente con entradas fáciles de compartir como rollos primavera de pato, croquetas de faisán o ensalada con queso de cabra y verduras frescas que se derriten sobre listones de calabacitas finamente rebanadas. Nadie comparte las hamburguesas, hechas con carne de res, rabo o pixín, un pejesapo asturiano de carne firme, y vienen sin pan sobre un plato con delicadeza minimalista. Conforme pasa la noche, el bar empieza a sentirse como casa de fraternidad para clientes adinerados de más de 35 años.

1 a.m.

SÓLO TRAGOS

Es muy difícil que un establecimiento nuevo cause sensación en Chueca, el vecindario de Madrid que tal vez tenga la mayor densidad de bares. Pero en lugar de acercarse a la barra de Only You Hotel, que abrió las puertas hace diez meses, los clientes reposan lánguidamente en largos sofás estilo Chesterfield en lo que se siente como un salón de una duquesa de particularmente buen gusto a la que le agrada rodearse de mucha gente y que sirve 36 variedades de ginebra (desde 12 euros). Otras bebidas características incluyen la aromática Eivissa Connection, que mezcla un licor de hierbas de Ibiza con almendra, menta y tomillo (11 euros).

1
Sábado

11 a.m.

CAMPO DE ARTE

Conocidas como el "triángulo dorado", las cuadras que están entre los tres museos más emblemáticos de Madrid (el Prado, Reina Sofía y Thyssen - Bornemisza) son un caldo de cultivo natural de galerías comerciales de arte y espacios de exhibición alternativos. Algunos también venden libros, bebidas y hasta desayunos, así que empiece su recorrido de arte con un café con leche y una tostada salpicada con aceite de oliva, tomate machacado y rebanadas de jamón Ibérico (2.5 euros) en La Fábrica, un espacio inaugurado hace un año sobre Calle Alameda que es una combinación de galería, negocio y restaurante. Al lado, en CaixaForum Madrid, puede ver una exhibición importante sobre el arquitecto francés Le Corbusier, que se presenta hasta el 12 de octubre (4 euros). La mayor densidad de galerías de arte está sobre Calle Doctor Fourquet, justo detrás de Reina Sofía, el museo nacional de arte moderno y contemporáneo de España. Comerciantes de arte establecidos como Helga de Alvear y Espacio Mínimo comparten acera con recién llegados como Louis 21, "The Gallery". Anótese un poco de arte usable en Pepita Is Dead, una agradable boutique de ropa clásica.

1:30 p.m.

SALA DE CORTES

La agarradera de refrigerador de la puerta principal y las hachas para carne sobre la barra le darán un indicio de que Sala de Despiece es un paraíso para los amantes de la carne. Los meseros lo guiarán con el menú y le mostrarán cómo hacer rollos de carne con delgadas rebanadas de bistec crudo, algunas hojuelas de sal de mar, un poco de tomate machacado y una cucharada de terrosa salsa de trufas. Las alcachofas asadas se sirven con un agradable preparado tipo ceviche con tomates y camarones. Queso de cabra Majorero de las Islas Canarias se asa hasta que forma una capa dorada, y después se sirve con obleas ultra delgadas y una llovizna de melaza. La mayoría de los platos viene en porciones completas o medios platos, de tal forma que los comensales puedan probar mayor variedad. No se hacen reservaciones, así que llegue temprano. El almuerzo para dos, con una botella de vino, cuesta 60 euros.

4 p.m.

INTERLUDIO EGIPCIO

Vaya al Templo de Debod, un templo egipcio del siglo II a.C. situado en el Parque del Oeste que ofrece vistas espectaculares a las montañas de Guadarrama. El templo fue un regalo de Egipto en gratitud por la ayuda de España para la construcción de la Presa de Asuán en la década de 1960. Camine al sur frente a la Plaza España rumbo a los Jardines de Sabatini, bajo la fachada norte del Palacio Real. Estírese en una banca para tomar una mini siesta entre esculturas de reyes españoles bañadas por el sol, o continúe hacia el sur hacia el Café de Oriente para un carajillo para llevar (café con brandy) y vistas de primera fila al gentío que se pasea frente al palacio.

9 p.m.

CONOZCA A LOS VECINOS

Las calles otrora humildes de TriBall, el nombre recientemente acuñado para el área que rodea Calle Ballesta y Corredera Baja de San Pablo, justo al norte de la Gran Vía, se han convertido en algunas de las direcciones más de moda de la ciudad. Las prostitutas aún persisten en algunas cuadras, pero los muchos restaurantes y bares atraen suficiente tráfico para inclinar la balanza de lo sórdido a lo lleno de vida (y seguro). Fácilmente podría pasar toda la noche en el área empezando con una cerveza en Clarita, un pionero de TriBall que es popular entre la gente de arte de la ciudad. Siga con una cena en La Tasquita de Enfrente, un sitio diminuto de ocho mesas (reservaciones necesarias) donde el chef Juanjo Silva edifica la comida clásica española con menús degustativos de cuatro o seis platos más postre (entre 45 y 90 euros, dependiendo del vino).

Media noche

ESCENARIO DE ACERO

A los madrileños les encanta el "primer trago" en un ambiente más fino que donde sospechan que consumirán su última bebida. Un buen lugar para que disfrute de su trago (o para una cena tardía ligera y accesible) es Maricastaña, un sitio acogedor iluminado con velas donde la cocina permanece abierta desde las 10 a.m. hasta las 2 a.m. Después, cruce la calle para su segundo y tercer trago en Kike Keller, un salón exhibidor para venta de los preciosos muebles de acero soldado y forjado del Sr. Keller. De jueves a sábado el negocio también se convierte en un salón abierto hasta las 2:30 a.m. con una atmósfera que aterriza en algún punto entre club de caballeros eduardiano (aunque con meseros con kilts) y hangar de aeroplanos de la década de 1940.

1
Domingo


10 a.m.

MERCADO EN CRECIMIENTO

Oponiéndose a una tendencia a la baja en muchos distritos europeos de antigüedades, el mercado de pulgas dominical de Madrid sigue creciendo y creciendo. Para artículos clásicos le conviene quedarse en las cuadras entre Calle Ribera de Curtidores (la principal del mercado) y Calle de Toledo, donde negocios como Vintage 4P, La Brocanterie y Midtempo ofrecen una gama de productos chic portátiles como aterronadas cerámicas de la década de 1970 con vidriado tipo lava que los hacen recuerdos elegantes.

Mediodía

CIELO GRANDE

Tome una amada institución cultural, agréguele vistas y gastronomía internacional de "comida callejera" y tendrá la experiencia másvibrante de tragos, comida y baño de sol en Madrid. Tartan Roof, situado sobre el Círculo de Bellas Artes (admisión, 3 euros) ofrece vistas de primera sobre los extravagantes tejados de la Gran Vía y calle Alcalá. Creerá que puede ver toda la ciudad, y para cuando termine el verano todo Madrid habrá venido a probar la innovadora interpretación de Javier Muñoz Calero de los "hot dogs", el pan plano y los rollos primavera. Almuerzo para dos, con bebidas, 50 euros.

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