TIJUANA, BC.- Baja California se ha convertido en uno de los estados más violentos de 2016 al registrar más de mil ejecuciones de acuerdo con cifras de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Los datos revelan que van 1 mil 033 muertes violentas.
Lo preocupante para varios sectores es que no haya responsables detenidos en la misma medida y tan solo en Tijuana, la cifra llega a 767. La época de mayor violencia en Tijuana data de 2008 y 2009 cuando inicia la disputa de la plaza entre los Hermanos Arellano y el Cártel de Sinaloa.
El 85% de los homicidios que se han cometido en Tijuana tiene relación con el narcomenudeo, y el 15% restante son pasionales o riñas personales. Según el subprocurador de Investigaciones Especiales de la PGJE, José María González solo el 33% de los asesinatos han sido resueltos.
El funcionario estatal dijo que el bajo número de delincuentes detenidos se debe a que no hay suficientes agentes para atender los casos, sobre todo en la zona este de Tijuana.
Con el arranque del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, se ha vuelto más complicado integrar las averiguaciones en los casos de homicidio señaló el funcionario.
"Una investigación de homicidio es lenta y nos obliga a tener pruebas científicas, si antes teníamos una confesión, tenemos que recabar videos, testimoniales y ADN".
Para muchos especialistas como el director del Centro Binacional de Derechos Humanos, Víctor Clark Alfaro, no han funcionado las estrategias del Gobierno Federal en el combate a la delincuencia, y es evidente por lo que se vive en Tijuana.
Recordó que se anunció una estrategia distinta al Gobierno anterior, como el Programa Nacional de Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia. En este se supone que se seleccionarían polígonos en Tijuana, y lo mismo se hizo en varias ciudades del país donde la violencia era muy aguda.
"A pesar de ese programa nacional, parece que no ha tenido éxito, seleccionaron los polígonos más violentos como Camino Verde, El Pípila, pero esos programas han sido un fracaso porque seguimos viendo los resultados, no se ha legislado para la creación del Sistema de Inteligencia Nacional".
Según Clark Alfaro, los nuevos dirigentes de los grupos delictivos tienen un perfil empresarial y ejecutivo, de tal suerte que son distintos a los que se veía en los 90.
Indicó que cuando la violencia fue tan mediática, provocó problemas en el negocio por la presencia apabullante de medios de comunicación nacional e internacionales, agentes de la DEA entre algunos.
"Por eso tengo la hipótesis de que esos líderes ven que si la violencia escala otro nivel, podría generar problemas. Desde luego no podemos olvidar que hay un elemento nuevo y es el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG".
Advirtió que es muy posible que sí alcancemos las cifras que se dieron en el momento más álgido de la violencia en Tijuana (2008), que fue de 848 homicidios en la ciudad.