CIUDAD DE MÉXICO.- Desde hace dos años Jackdar Mohammad ha esperado su arribo a la Ciudad de México para continuar sus estudios en Economía que interrumpió desde 2011, desde ese año vive en el campo de refugiados de Domiz en Irak. Él es uno de los tres jóvenes sirios que llegaron a México, para continuar su educación.
Silva Namo, también del refugio en Irak, y Ahmad Aldabak, proveniente de la ciudad de Alepo en Siria, son los jóvenes que completan la lista sirios que llegan a México no en calidad de refugiados sino de estudiantes.
Luego de una ruta de Irak, a Rusia, Cuba y luego la Ciudad de México, los jóvenes sirios que llegaron a México como parte del Proyecto Habesha, esperaron dos horas más retenidos por autoridades de migración en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
"Es la primera vez que pasamos esto, hemos venido seis veces aquí al Aereopuerto Internacional de la Ciudad de México y es la primera vez que pasa. Pero bueno, estamos confiados de que es un trámite que las autoridades realizan y que todo está en orden", explicó el vocero del Proyecto Habesha, Luis Sámano.
A su salida de la terminal 2, Mohammad agradeció a quienes los recibieron con pancartas de bienvenida su presencia y aseguró estar feliz de llegar a México. "Estoy muy feliz, muchas gracias", fueron las palabras que repitió al presentarse ante la prensa.
Silva es la segunda mujer que forma parte de dicho proyecto humanitario en el país, esperó tres años en el campo de refugiados de Irak para poder continuar sus estudios en México. "Gracias a todos, muchas gracias a todos, estoy muy feliz por estar aquí", dijo la mujer que mantenía cubierto el cabello.
Ahmad, apenas hace 10 días salió de Alepo rumbo a Beirut, en Líbano, con el fin de ser visado como estudiante por el consulado mexicano en ese país. "Luego de una ruta tan larga, gracias a los mexicanos por estar aquí, por permitirme continuar mis estudios", dijo.
Proyecto Habesha es una iniciativa humanitaria internacional liderada por México, que hace posible que un grupo de estudiantes, que ahora viven en calidad de refugiados en países vecinos, viaje a México para continuar con su educación superior, con el arribo de estos tres jóvenes, serían nueve los que se han beneficiado del proyecto social.
"Nuestro compromiso fue traer a 30 estudiantes y ya hemos logrado traer a nueve, gracias a las aportaciones de la sociedad civil. Ellos vienen en calidad de estudiantes y van a viajar a Aguascalientes por un periodo aproximado de seis meses para un curso básico de español y para adaptarse a lo que es México. Posteriormente tienen la posibilidad de venirse a estudiar a México, con becas en la Universidad Iberoamericana", cuenta Luis Samano.