A diferencia de 1985, la tecnología con la que hoy trabajan las Fuerzas Armadas permite hallar a personas con vida bajo los escombros en edificios y casas por el sismo del pasado 19 de septiembre.
La Sedena utiliza escáneres "visores de pared" para buscar personas en estructuras colapsadas.
Tiene el principio de los radares de los barcos: el equipo manda una señal hacia un punto en específico, regresa e informa si hay o no alguna vibración.
Cualquier movimiento, incluso el de un dedo, es reconocido, con un rango de alcance de hasta 40 metros de distancia, dependiendo del tipo de pared.
Permite saber la profundidad y ubicación de los cuerpos.
Todas las células de Sedena en los puntos donde hubo colapso cuentan con un equipo.
Además, a las labores de rescate se suman los "binomios caninos".
Así se le denomina a la relación de confianza y empatía que perro y humano mantienen.
Los canes son capaces de detectar aromas específicos y sus dimensiones físicas les permiten transitar por espacios reducidos.
El personal de Marina se encarga de entrenar a los canes entre 12 y 14 meses, para luego cumplir una labor que puede durar entre seis y siete años.
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