CIUDAD DE MÉXICO. Jacobo Zabludovsky estuvo en la primera fila de acontecimientos parteaguas de México y el mundo.
Se plantó en Cuba cuando Fidel Castro regresó triunfante a La Habana (1959), luego de que tres años antes desembarcara en su país --procedente de México-- con la intención –cumplida-- de derrocar al dictador Fulgencio Batista.
También entrevistó a Ernesto Che Guevara a quien preguntó si pensaba rasurarse.
Fue uno de los últimos, tal vez el último, en entrevistar a Andrés Manuel López Obrador en abril pasado. Esa también fue su última exclusiva periodística.
Conversó con los presidentes de México que quiso y trabajó con algunos. Fue coordinador de Radio y Televisión de la Presidencia y consejero de la Dirección de Difusión y Relaciones Públicas del Gobierno federal durante las administraciones de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, según el perfil del periodista elaborado por Televisa.
A través de una entrevista concedida a La Jornada (en 1998) fue posible saber de aquel reclamo que le hizo Díaz Ordaz, el 3 de octubre de 1968, un día después de la matanza de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
Al entonces presidente no le había gustado que Zabludovsky apareciera a cuadro con corbata negra.
"Señor presidente, yo uso corbata negra desde hace años. No tengo otra", respondió el conductor cuyo manejo de los datos sobre el movimiento estudiantil fue criticado por algunos sectores.
Treinta años después coordinaría la serie Testigos, mediante la cual Televisa expuso su visión de los hechos de 1968.
Entrevistó al presidente chileno Salvador Allende en abril 1972.
"Compañero presidente", ése fue el término con el que Zabludovsky se dirigiría –de común acuerdo—al político, según narró en un escrito para el sitio web Enlace Judío, comunidad a la que pertenecía.
Durante la Guerra del Golfo (1991), condujo una transmisión en la que la reportera Erica Vexler aseguró, desde Tel Aviv, Israel: "Nos están bombardeando Jacobo. Es un ataque nuclear".
Entrevistó al candidato presidencial priista, Luis Donaldo Colosio a finales de 1993, meses antes de que fuera asesinado. Por petición suya, Diana Laura Riojas, esposa del abanderado, se incorporó a la plática.
A su muerte, era miembro honorario del Consejo Consultivo para el Rescate Integral de La Merced, cuya intención es rescatar la zona donde vivió el periodista, a través de modificaciones en la distribución del comercio y la construcción de viviendas.
No pudo cumplir con su última cobertura: la de su propio sepelio.