En la calle Petén, con dirección a Emiliano Zapata, bolsas, libros, ropa, cubetas, escombros dan la bienvenida a los cientos de voluntarios que llegaron al edificio derrumbado para buscar a sobrevivientes.
Al llegar a la esquina de Petén y Zapata el silencio reina, los hombres levantan los puños, la gente mira con las caras sucias por el polvo. Cuando el calor parece más pesado y agota las esperanzas, "silencio", grita un rescatista... "aquí hay una mujer".
El ruido comienza: mazos, picos, palas trabajan sin sincronía, pero con la misma prisa. "Se cree que nueve personas continúan en los escombros. Por escaneo, ayuda de perros y la conversación con los familiares creemos que hay nueve personas", dice el capitán de labores de rescate.
Desde el martes se ha rescatado a cinco personas y dos cadáveres, el más reciente el de esa mujer que el rescatista encontró. Tenía 50 años.
Dos máquinas con un brazo mecánico irrumpen en medio de los cientos de apoyos que se forman en hilera sobre Emiliano Zapata. Las indicaciones son: "con cuidado porque aún hay personas ahí dentro, tienen que estar vivas", gritan por un altavoz.
"Uno, dos, tres", cuentan los rescatistas para golpear e intentan romper lozas. Ahí, es lo que fue ese edificio de Petén, Cruz Roja, Bomberos, Marina, Ejército y cientos de voluntarios siguen buscando vida.
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