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Senado aprueba que la Ciudad de México sea soberana

Los senadores aprobaron en lo general y en lo particular la reforma política del Distrito Federal, ordenamiento que fue turnado a la Cámara de Diputados para su análisis y dictaminación.

CIUDAD DE MÉXICO.- Con el voto en contra de senadores panistas y de afines a Andrés Manuel López Obrador, el Senado aprobó ayer la reforma política del Distrito Federal, considerada la "joya de la corona" de los pendientes parlamentarios, que implicará transformar las 16 delegaciones en alcaldías y dotar a la ciudad de una Constitución.
Producto de esta reforma, el jefe de Gobierno adquiere la facultad de nombrar al jefe de la Policía y al procurador.

Además, la legislatura de la Ciudad de México (que sustituirá a la ALDF) formará parte del Constituyente Permanente y podrá ratificar reformas constitucionales.

Las alcaldías contarán con concejos y la capital adquirirá oficialmente el nombre de Ciudad de México.

La Cámara de Diputados se mantiene como responsable de la aprobación del techo de endeudamiento de la capital del país.

La Constitución de la ciudad será elaborada por el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, quien la enviará para su aprobación a la Asamblea Constituyente, que estará conformada por 100 integrantes, de los cuales 60 serán electos directamente el primer domingo de junio de 2016, y 40 serán designados.

De los 40 constituyentes, 14 serán designados por el Senado, 14 por la Cámara de Diputados, seis por el gobierno federal y seis más por el capitalino.La Constitución deberá aprobarse a más tardar el 31 de enero de 2017.

VOTAN EN CONTRA

La histórica reforma fue avalada en el Pleno de la Cámara alta con 88 votos a favor, una abstención del senador del PAN, Héctor Larios y 27 en contra de 18 legisladores del blanquiazul, cinco del PT, tres del PRD y uno del senador independiente Mario Delgado.

Entre los sufragios en contra destacan los de senadores afines a López Obrador, como Mario Delgado, presidente de la Comisión del Distrito Federal, que en un primer momento avaló la re-forma, pero luego se pronunció en contra, bajo el argumento de que la Asamblea Constituyente se integraría a partir de cuotas y amiguismos y no se permitiría la representación ciudadana.

Entre los cercanos al fundador de Morena que también rechazaron la reforma se encuentran los senadores petistas Manuel Bartlett y David Monreal.

La minuta aprobada por los senadores fue turnada a la Cámara de Diputados para su análisis y votación. Si esa cámara la avala, la reforma aún deberá ser ratificada por la mitad más uno de los Congresos locales, pues implica cambios constitucionales.


NO A CHEQUES EN BLANCO

A las 14:45 horas, Miguel Barbosa Huerta, presidente de la Cámara alta, dio inicio al debate del dictamen que quedó de primera lectura desde el pasado 14 de diciembre, para luego dar entrada, con el aval del plano, al adéndum entregado por los presidentes de las cinco comisiones dictaminadoras.

Para fundamentar el dictamen y el adéndum, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Enrique Burgos García, del PRI, señaló que una de las piedras angulares de esta reforma es el fortalecimiento de los derechos políticos de los habitantes de la ciudad.

La senadora priista Blanca Alcalá recordó a panistas y perredistas que "poder legislar en relación con la ciudad capital tiene que ser un compromiso de cara a los ciudadanos, que va más allá de los partidos políticos, pero que además permita exigir verdaderamente cuentas y un ejercicio eficiente a las autoridades capitalinas".

En su oportunidad, la senadora del PAN, Mariana Gómez del Campo, advirtió que aunque esta legislación es "un gran paso", también "podría correrse el riesgo de que su ejecución termine siendo una mera simulación o solamente una transformación cosmética".

Pablo Escudero, del PVEM, aseguró que "esta reforma llega mal y llega tarde", ya que los senadores "trabajamos mucho tiempo y no logramos los consensos".

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