Nacional

Enfrentamiento entre militares y civiles deja 6 lesionados en Zitlala, Guerrero

Los hechos ocurrieron cuando un grupo de habitantes de la comunidad de Tlaltempanapa pretendían ingresar armados a esa cabecera municipal de Zitlala para dejar flores en un panteón de esa localidad.

ZITLALA.- Al menos tres personas civiles e igual número de militares resultaron lesionados durante una revuelta que sostuvieron en el municipio de Zitlala, Guerrero, cuando un grupo de habitantes de la comunidad de Tlaltempanapa pretendían ingresar armados a esa cabecera municipal para dejar flores en un panteón de esa localidad.

De acuerdo con las autoridades, los hechos se registraron la mañana de este lunes, cuando elementos del ejército mexicano impidieron el paso a unos 200 habitantes de la comunidad de Tlaltempanapa, que pretendían colocar ofrendas florales a tres personas que fallecieron hace nueve días y que se encuentran sepultados en el panteón de Zitlala.

Entre el grupo de civiles iban al menos 15 personas armadas que se identificaron como Policías Comunitarios de Tlaltempanapa, lo que fue detectado por los militares quienes de inmediato les cerraron el paso, por lo que se inició una fuerte discusión entre ambos bandos.

Debido a la insistencia de los civiles por ingresar a la cabecera municipal, los militares repelieron el intento usando sus toletes, lo que motivo a que los pobladores respondieron usando palos, piedras y tubos, hasta que finalmente rompieron el cerco militar e ingresaron a la cabecera municipal.

Durante la revuelta, el comisario de Tlaltempanapa, Luciano Colotzin Tlatemoltzin, informó que fueron alrededor de 30 personas las que resultaron golpeadas entre ellas varias mujeres y niños, aunque finalmente sólo tres civiles se observaron con heridas menores.

Asimismo, tres elementos del Ejército fueron desarmados y golpeados durante la confrontación, pero posteriormente les fueron regresadas sus armas en presencia del propio alcalde Roberto Zapoteco Castro.

También durante el enfrentamiento, los pobladores vandalizaron una patrulla de la Policía Estatal, lanzándole piedras al parabrisas, ponchando las llantas y quebrándole las calaveras de las luces traseras.

El comisario Luciano Colotzin Tlatemoltzin aseguró que la presencia de los policías comunitarios "sólo era brindar seguridad a los pobladores que iban a dejar las flores y a realizar sus compras en el mercado local, pero los militares les negaron el acceso y por eso se decidieron pasar a como diera lugar".

Otro grupo de habitantes indico que buscaría reunirse con autoridades de gobierno del estado, para retirar el retén de los militares y que se permita el paso libre de los policías comunitarios a la cabecera municipal "para resguardar a sus pobladores".

Después de al menos tres horas de tensión, los elementos del ejército mexicano optaron por abrir el paso a los civiles con el objeto de evitar mayores problemas, aunque les advirtieron a los comunitarios que deberían guardar sus armas y aceptar que fueran escoltados por ellos hasta el atrio de la Iglesia para tomar acuerdos con autoridades.

Tras el incidente arribaron a la cabecera municipal refuerzos de la Policía Estatal, bajo el mando de Tomás Hernández, y otro grupo del Ejército, así como un helicóptero de la Policía Estatal que vigilaba la situación desde el aire.

También lee: