CIUDAD DE MÉXICO. La Procuraduría General de la República finalmente consignó ante un Juez penal a Felipe Rodríguez Salgado, "El Terco o Cepillo", integrante del grupo criminal Guerreros Unidos, detenido el 16 de enero pasado y señalado como uno de los principales responsables de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero.
Según el pliego de consignaciones que la PGR envió ante el Juez, Rodríguez Salgado ordenó triturar los restos incinerados "de más de 40 personas" quienes fueron entregados por la policía de Cocula a integrantes de Guerreros Unidos, el 26 de septiembre pasado.
Declaraciones que integrantes del citado cartel del narcotráfico hicieron ante la PGR, advierten Rodríguez Salgado también dirigió la operación para desaparecer los restos de dichas personas en el Río San Juan de Cocula.
En ese río personal de la Marina recuperó dos bolsas con restos humanos incinerados; 17 fragmentos óseos extraídos de esas bolsas fueron enviadas por la PGR a la universidad de Innsbruck, Austria, para su identificación.
Científicos informaron el 3 de diciembre pasado que uno de esos huesos fracturados (de 4cm x 4cm x 1cm), pertenecía a Alexander Mora Venancio de 21 años, uno de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
Otros fragmentos están aún bajo estudio de los científicos de Innsbruck quienes con dificultades trabajan en su identificación. Y es que ya advirtieron que "tras aplicación de técnica para evaluar ADN mitocondrial, no se encontró cantidad útil para obtener el perfil genético".
La PGR les autorizó a aplicar una nueva técnica denominada Secuenciación Masivamente Paralela, aunque reconocieron que la utilización de ésta técnica es más prometedora que cualquier otro método de identificación genética molecular, pero advirtieron del riesgo de que los extractos de ADN sean consumidos sin obtener ningún resultado adicional.
Jesús Murillo, titular de la PGR, dijo en su momento que no hay duda que la noche del 26 de septiembre mataron a un grupo de estudiantes, aunque dijo que quizá nunca se descifre cuántos fueron sacrificados.