TEPIC.- El líder de la Federación de Pescadores Ribereños de Nayarit, Juan de Dios Fernández, denunció tráfico y comercialización de drogas en la zona de alta mar de la costa norte del estado, por lo que pidió la intervención de la Marina; dijo que esta práctica, hasta el año pasado, la realizaban policías a cargo del exfiscal, Édgar Veytia.
En entrevista con El Financiero, afirmó que la droga es trasladada en embarcaciones menores –ya que Nayarit no cuenta con permisos para barcos grandes–, y que, actualmente, son algunos pescadores quienes la distribuyen, comercializan y consumen.
Juan de Dios Fernández recordó que el año pasado denunció ante la Comisión Nacional de Pesca, y la Secretaría de Marina, que elementos de la Policía Nayarit estaban involucrados en la venta de drogas y el saqueo de productos a los pescadores; luego del señalamiento, la Fiscalía General del Estado retiró los patrullajes de este grupo en la zona.
"El año pasado requerimos que Policía Nayarit sacara las manos (de las comunidades pesqueras), porque estaban involucrados, surtiendo drogas; cómo le podemos pedir al gobernador que pongan orden en estas situaciones, que ellos mismos propician. Además, extorsionaban a la gente", manifestó.
El líder pesquero dijo que la Secretaría de Marina intervendrá nuevamente con la instalación de cinco bases operativas en la región estuarina de los municipios de Rosamorada, Santiago Ixcuintla y Tecuala.
Cabe recordar que la Policía Nayarit es el cuerpo policial de élite creado para combatir a la delincuencia organizada y narcotráfico, comandada por el exfiscal Édgar Veytia, acusado y detenido en Estados Unidos por presunto narcotráfico.
Este tipo de denuncias se han conocido desde 2015, cuando el mismo Juan de Dios Fernández denunció que los policías encapuchados cobraban diezmos a los pescadores, y mediante vehículos oficiales protegían el paso a camiones thermo king con congeladores, donde cargaban taras de camarón que arrebataban en las comunidades.
Finalmente, el pescador dijo que en los últimos años ha incrementado el consumo de drogas y alcohol, lo que ha mermado en la producción pesquera de la zona, con la pérdida anual de 20 millones de pesos.