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Pasajeros cuestionan condiciones de despegue

Pasajeros que sobrevivieron al accidente en Durango cuestionaron cómo fue posible que el avión iniciara su despegue cuando las condiciones climáticas eran adversas.

Pasajeros que sobrevivieron al accidente de la aeronave Embraer 190, de Aeroméxico, cuestionaron cómo fue posible que el avión iniciara su despegue cuando las condiciones climáticas eran adversas y no había visibilidad por el fuerte granizo.

El sacerdote del Santuario de Guadalupe, en Chicago, Ezequiel Sánchez, uno de los 103 que salvaron la vida, declaró que el avión no debió despegar por las "malas condiciones climáticas" que imperaban.

"Caminamos hasta el avión (para abordar), ocupamos nuestros asientos y observamos que empezaba a llover, pero eso no pareció nada extraordinario. Lo que se nos hizo fuera de lo común ocurrió cuando ya estábamos sentados, pues para entonces llovía bastante fuerte y con granizo.

"Sí me pasó por la cabeza que en cualquier momento cancelarían el despegue... pero no fue así y continuaron con las maniobras y de pronto sentí los motores funcionando para iniciar el despegue. Minutos después el avión despegó un poquito y de repente veo por la ventanilla que estaba regresando al piso. Sentimos entonces que las llantas colapsaron abajo del avión. En ese momento todavía estábamos adentro de la pista, pero ese golpe yo creo que fue lo que provocó que saliera de la pista y llegáramos al terreno aledaño...", detalló el sacerdote.

Pero no fue el único que cuestionó sí debieron despegar o no. Jacqueline Flores, una duranguense que radica en Bogotá, Colombia, objetó: "¿Cómo fue posible que el avión arrancara cuando había nula visibilidad hacia el exterior a causa de la fuerte granizada?"

Sandra Alarcón, recién dada de alta después de ser atendida de un esguince y golpes en el cráneo, también consideró, en entrevista, que las condiciones climáticas iban a hacer complicado el despegue: "Era imposible ver hacia afuera, además de que los vientos eran fuertes".

El Financiero fue testigo de la molestia de algunos extranjeros que se aglutinaron en la oficina de Asuntos Internacionales y Atención al Migrante del estado, donde manifestaron su molestia y concluyeron que no debió despegar por el clima.

Se tiene el dato que ese mismo martes, antes de las cuatro de la tarde, comenzó una lluvia ligera que de pronto se transformó en una tromba con una fuerte granizada. Fue tan repentino el cambio en las condiciones climáticas que movilizó a los cuerpos de Protección Civil locales por posibles afectaciones.

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