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Papa se dijo migrante en EU y orará por ellos en Ciudad Juárez

Cuando el Papa Francisco visitó Estados Unidos dijo que él, como millones más, era un migrante, y es uno de los motivos por los que decidió visitar Ciudad Juárez, para reunirse y orar por ellos.

CIUDAD JUAREZ.- Cuenta el padre Javier Calvillo Salazar, responsable de la Casa del Migrante de la Diócesis de Ciudad Juárez, que cuando el Papa Francisco visitó Estados Unidos dijo que él, como millones más, era un migrante, y es uno de los motivos por los que decidió visitar Ciudad Juárez, para reunirse y orar por ellos.

"El Papa es un hombre que conoce a América Latina y que cuando estuvo en Estados Unidos dijo: 'Vengo como migrante porque soy de Argentina, pero vivo en Roma. Vengo de padres migrantes y me siento como migrante'", recuerda el padre Calvillo.

El próximo 17 de febrero, los migrantes del centro que el sacerdote dirige podrán asistir a la misa que el Santo Padre dará ante más de 220 mil asistentes frente al Río Bravo.

Este lugar recibe a más de 6 mil migrantes anualmente y requiere de 2 a 2.6 millones de pesos para solventar los gastos de apoyo, dijo el padre Calvillo.

Omar Martínez y Javier Aragón tienen 25 años y salieron de Nicaragua con destino a los Estados Unidos hace dos semanas en busca de mejores oportunidades de trabajo. En su paso por Chiapas tuvieron que refugiarse en un monte para no ser asaltados y en el camino les robaron sus pertenencias. Cansados y con hambre llegaron a la Casa del Migrante, donde ahora recuperan fuerza para seguir su camino hacia el norte.

Omar cuenta que algunas de las cosas más duras por las que ha pasado en su camino ha sido dejar a su familia, pero la necesidad de apoyarlos económicamente lo obligó a salir de su casa, incluso sabiendo que puede perder la vida. "Primeramente Dios cinco años y me regreso. Buscaré mandar dinero a mi familia, posiblemente hacer una casa o algo. Bueno, eso es lo que uno quiere, pero no se sabe lo que va a pasar más adelante en el camino. Sería difícil para nuestra familia que ya no regrese", cuenta con la voz entrecortada.

Javier también se encomienda a Dios para seguir adelante. Sus ojos se llenan de lágrimas al contar que extraña a su familia, pero que renunciar no es una opción.

"Ha sido un camino muy duro y afortunadamente nos ha ayudado mucha gente de México, hay más buenos que malos. Venimos con mucha fe y seguimos adelante", asegura.

Tanto Omar como Javier dicen estar contentos por la visita del Papa a Ciudad Juárez. El hecho de que vaya a orar por los migrantes y haya volteado a ver su causa, los llena de ilusión para continuar.

Para el padre Calvillo Salazar, saber que el Santo Padre visitará Ciudad Juárez "y va a estar cerquita de nosotros, que vamos a ser de los invitados a su misa, no hay regalo más bello que Dios nos pueda dar".
Asegura que su llegada le dará fuerza para continuar con su labor pastoral con todos aquellos que han pasado por mucho dolor y por "diferentes motivos emprenden ese caminar".

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