Nacional

Otro caso de negligencia se registra en el IMSS

Se registro otro caso de negligencia en el IMSS. Durante un legrado realizado por una ginecóloga se le perforó el útero a una paciente, por lo que se realizó una cirugía. Al realizar la cirugía se le perforó el intestino y no se le comunicó, por lo que regresó al hospital con infecciones. El esposo de la paciente demandó a la doctora.

Se registró otro caso de negligencia médica en el Instituto Mexicano del Seguro Social, (IMSS); a una ginecóloga de la clínica 89 en Guadalajara Jalisco, se le concedió un amparo directo contra la sentencia que le impuso un juez por haber ocasionado daños a una paciente.

La médico atendió a una mujer que ostentaba un embarazo anembriónico, a la que le practicó un legrado, sin embargo le perforó el útero, por lo que le debió efectuar una cirugía, al practicarla le perforó un intestino; la lesión se complicó por malas atenciones en la clínica y a la paciente se le habilitó una bolsa de ileostomía, la misma también provocó infecciones y daños diversos.

El Tribunal Colegiado en Materia Penal concedió a la doctora un amparo, con el número 238/2014, contra la sentencia que le impuso el Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales, de 9 años de prisión, 36 meses de inhabilitación de su labor profesional y el pago de 15 mil pesos como reparación del daño; y solicitó un colegio de peritos para dar un sustento a una nueva determinación.

Los hechos ocurrieron en julio de 2010, cuando Sara, nombrada así por cuestiones de seguridad, presentó malestares abdominales y acudió a su clínica familiar, debido a que no se cuenta con lo necesario para atender casos mayores; fue derivada al Hospital Regional de Zona número 89 del IMSS.

A su llegada al área de urgencias no fue atendida sino hasta tiempo después, cuando el marido de Sara, molesto, exigió al personal que dieran atención médica a su esposa; fue entonces que la revisaron y se le detectó que ostentaba un embarazo anembriónico; es decir que el útero de la paciente estaba ocupado, pero no había feto.

La ginecóloga debió practicar un legrado; pero durante la manipulación le ocasionó una herida, y le señaló a Sara, "tu útero parece de mantequilla, hubo un accidente, y sin querer te hice una pequeña perforación, pero no te preocupes, te tengo que hacer una pequeña operación, tipo cesárea"; según consta en el expediente.

La paciente fue anestesiada y le practicaron la cirugía, al salir le advirtieron de no probar alimentos en tres días; transcurrido ese tiempo fue dada de alta, al mediodía, sin embargo esa misma noche regresó, a consecuencia de que vomitaba constantemente y presentaba fuertes dolores abdominales.

La historia fue la misma en la clínica 89, no la atenderían hasta que le correspondiera su turno, ya que los malestares que presentaba no ponían en riesgo su vida, a consideración de los empleados del área de urgencias; no fue hasta que el marido de Sara irrumpió en el área de personal para exigir que revisaran a su esposa, que enfermeras la pasaron a revisión y el médico en turno aseguró que presentaba una peritonitis.

Y es que había ocurrido un nuevo accidente; según se le refirió, la ginecóloga perforó el intestino delgado, y aparentemente no se percató de ello, ya que no solicitó la intervención de otro médico capacitado.

Sara volvió a ser intervenida quirurgicamente y presentaba complicaciones severas por la infección que no se atendió a tiempo; le extirparon cerca de 15 centímetros de intestino y se le habilitó una bolsa de ileostomía para sus deshechos físicos.

Cuando la llevaron a su dormitorio, le señalaron a su esposo que debía comprar un dren, ya que el hospital no contaba con ese material; se lo adecuaron y posteriormente la dieron de alta. Después presentó nuevas complicaciones, la primera herida se infectó y seguía abierta.

Fue entonces que el marido de Sara interpuso denuncias en la Comisión de Arbitraje Médico de Jalisco, (CAMEJAL); y comenzaron las llamadas amenazantes y hostigosas para que desistiera de los señalamientos.

Aún así el caso llegó a la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, (CONAMED), donde se abrió el expediente 1801/11, y posteriormente se derivó el asunto al Juzgado Primero de Distrito en Jalisco con el expediente 02/2013.

En agosto pasado el Juez Federal dictó una sentencia condenatoria contra la ginecóloga por lesiones culposas, agravadas por su responsabilidad profesional; mala praxis, ya que al atender a la paciente cometió un error, producto de una cirugía, al tratar de enmendarlo, tuvo un segundo accidente y ocasionó lesiones que no reportó a otro médico, y se registraron complicaciones que ocasionaron mayores problemas físicos.

La defensa de la profesionista apeló a la determinación del juzgador y el Tribunal encontró elementos para conceder un amparo; ahora será un colegio de peritos el que dará sustento a una nueva determinación o en todo caso ratificará la sentencia.

También lee: