CIUDAD DE MÉXICO.- La Comisión Episcopal para la Pastoral Social reclamó el incremento de la violencia en México y pidió acciones legislativas que eviten políticas como la presencia de las Fuerzas Armadas en funciones policíacas.
En el marco de la discusión de la Ley de Seguridad Interna en el Senado, la Iglesia católica, a través de los obispos encargados de la Pastoral Social, recordó la necesidad de políticas que reduzcan la inseguridad en el país.
"Hoy se requieren acciones legislativas que, en un paquete con visión integral, marquen una ruta crítica para resolver las causas, pero también eviten la permanencia de políticas como la de la presencia de las Fuerzas Armadas en funciones policíacas y logren un consenso de todas las fuerzas políticas y sociales en orden a establecer estructuras nacionales, estatales y municipales de seguridad eficaces y respetuosas de los derechos de todos", señalaron los obispos.
Los firmantes del documento, el obispo de Nogales, Leopoldo González; el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias; el obispo de Tulancingo, Domingo Díaz; el de Cuautitlán, Guillermo Ortiz; y el de San Juan de los Lagos, Alberto Cavazos, entre otros, piden al Congreso decisiones basadas en acuerdos con la sociedad civil.
Recordaron que en el año 2010, expresaron su preocupación por los niveles de violencia que se daban en el país y propusieron una serie de caminos que impulsaran la construcción de la paz, de acuerdo a los más diversos contextos en las diferentes regiones del país.
"Lamentamos mucho que las cosas no han mejorado hasta el momento presente y ahora nuestra preocupación es mayor. Desde que el gobierno mexicano decidió lanzar su guerra contra el narcotráfico, informaciones fidedignas señalan que se han contabilizado en el país 174 mil homicidios dolosos", dijeron.
Aseguraron que los factores que contribuyen a la violencia y a la inseguridad, siguen vigentes y, "aún más", se han endurecido: la corrupción, desigualdad, desempleo, impunidad, ineficaz procuración de justicia y el abandono al campo.
"Nos preocupa humana y pastoralmente que esta situación está empeorando cada día y por ello interpelamos a todos, a las autoridades y a los ciudadanos… Un aspecto que requiere ser atendido de fondo es la corrupción pública que ha favorecido a las organizaciones criminales y a sus acciones ilegales y violentas", apuntaron.
Asimismo mostraron preocupación por las elecciones del próximo año, ya que existe la posibilidad de que la agenda política y social abandone los esfuerzos por contener la violencia y por construir la paz, marginándolos del debate político-electoral.
"El segundo temor consiste en que se pueda distorsionar y manipular la situación de violencia en el país para favorecer intereses partidistas o facciosos", aseguraron.