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José María Guízar Valencia, El Z-43, detenido el fin de semana en la Ciudad de México, es el último de los líderes históricos de Los Zetas incluidos por el gobierno de Enrique Peña en la lista de 122 objetivo prioritarios de la delincuencia.
Los Zetas son el grupo más golpeado por el gobierno federal ya que en cinco años dos meses fueron detenidos o abatidos 33 de sus líderes.
Estas acciones han frenado el crecimiento de ese cártel. Aunque tiene presencia en más de 20 estados, en algunos ha sido desplazado por grupos como el Cártel del Golfo o Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En la recta final del gobierno de Enrique Peña Nieto, aún falta por detener 14 de los 122 Objetivos Relevantes de la Delincuencia Organizada que al inicio de su administración prometió capturar.
Su gobierno destaca que estas acciones son resultado del uso más eficiente de los sistemas de inteligencia, del trabajo conjunto entre las dependencias del gabinete de seguridad y de la coordinación con los gobiernos estatales.
Advierte que 95 de esos objetivos fueron detenidos por las fuerzas federales, y 14 fallecieron al resistirse con violencia a su detención.
Informes oficiales advierten que los 109 criminales neutralizados pertenecen a 11 grupos de la delincuencia organizada; los más golpeados son Los Zetas, con 33, entre los que destacan Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40 y su hermano Óscar Omar Treviño Morales, El Z-42.
El segundo cártel más atacado es el de Sinaloa con 22 de sus principales líderes detenidos o abatidos.
El gobierno de Peña Nieto incluyó en la lista de objetivos prioritarios detenidos a dos Zetas que fueron capturados antes de iniciada la administración: Tomás Mauricio Sifuentes García, detenido el 18 enero 2012 y Gerardo García Flores, aprehendido el 6 junio de 2012.
La acción más relevante es la doble captura de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, el 22 de febrero de 2014, en Mazatlán, Sinaloa; y el 8 de enero de 2016, en Los Mochis, Sinaloa. Ésta última se dio luego de que El Chapo se fugó el 11 de julio de 2015 de El Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, a través de un túnel que mandó construir hasta su celda.