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La otra cara de los migrantes: regresan y tienen trabajo sustentable

En el corredor del Puuc, al sur de Yucatán, los migrantes que una vez se fueron están volviendo para trabajar en el campo...

TEKAX, Yucatán.- En el corredor del Puuc, al sur de Yucatán, los migrantes que una vez se fueron están volviendo para trabajar en el campo.

En la comunidad de San Agustín, municipio de Tekax, era común que los hombres se fueran a Estados Unidos y las mujeres se quedaran a cosechar las tierras. Hace una década, este ejido se convirtió en expulsor de migrantes hacia San Francisco, California. Los maridos enviaban remesas y las esposas y las madres construían una casa.

Pero esos tiempos ya pasaron. Ahora, varios proyectos de desarrollo sustentable impulsados por Alianza México REDD+, The Nature Conservancy (TNC), Seduma y Conafor en el pueblo están trayéndolos de vuelta. Como a Justino Canul. Este hombre de 48 años trabajó en la cocina de un restaurante en San Francisco durante tres años y medio. Enviaba de 3 mil a 4 mil pesos a la quincena para su familia. Hasta que logró invertir en el ejido y decidió volver. "Compré como unas 20 colmenas de abeja, como dos hectáreas de achiote. Mi hijo lo trabaja, y compré una camionetita y una casita chica. Allá lo logré", cuenta este padre de tres jóvenes.

En 2005, los censos registraron a 95 habitantes en San Agustín, pero hoy son más del doble; según la comisaría hay 205 personas. Todavía quedan ocho migrantes en Estados Unidos. El pueblo participa en proyectos como la producción agroecológica, el aprovechamiento forestal de recursos maderables y ecoturismo.

En Oxkutzcab se repite la historia. Los migrantes que se fueron están volviendo. Siete mil personas nacidas en este municipio de 31 mil habitantes están en la Unión Americana, legal o ilegalmente, haciendo de las remesas la segunda fuente de ingresos después de la producción de cítricos.

En 2011, Edie Zulmay regresó después de 6 años en San Francisco, cansado de largas jornadas de trabajo y por temor a ser deportado y separado de sus hijos, uno nacido en Yucatán y otro en Estados Unidos. Hoy trabaja sus dos hectáreas y es empleado en la Reserva Biocultural Kaxil Kiuic. Su especialidad, la herbolaria. "Tuve cosecha este año gracias a Dios. La otra hectárea la perdí por falta de lluvia. Pero podemos sobrevivir", asegura.

Ciento ochenta y cinco mil yucatecos viven en Estados Unidos y sólo 20 mil tienen documentos legales, según el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya.

El municipio de Oxkutzcab ya se prepara ante las amenazas de deportaciones masivas de Trump. El presidente municipal, Raúl Romero, comenta a El Financiero que crearon una dirección de fomento económico para apoyar a los migrantes, que tienen, en sus lugares de origen, una nueva oportunidad.

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