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La casa en la que vivió Peña Nieto, la más visitada en Los Pinos

Una vez que concluyó la ceremonia de transición en San Lázaro, los asistentes se trasladaron a la Casa Miguel Alemán para conocerla aunque se decepcionaron al encontrarla casi vacía.

CIUDAD DE MÉXICO.- De las cinco casas que se encuentran en el complejo Cultural Los Pinos, una de las que más atención llama a los visitantes del recinto es la Casa Miguel Alemán, que habitó el expresidente Enrique Peña Nieto.

Al término de la transmisión de la ceremonia de transición en San Lázaro, los asistentes en la Calzada de los Presidentes se trasladaron a la Casa Miguel Alemán, donde hicieron una larga fila.

En la planta baja, las oficinas y mesa oval con los cuadros de los presidentes llamaron la atención, pero más el vestíbulo que concluía en unas escaleras de mármol y un candelabro de cristalería.

Algunas señoras tocaron las cortinas que cubrían el gran ventanal que recibía a quienes subían las escaleras. La gente se tomó fotografías en cada rincón, pero el malestar llegó al pisar el primer piso de la casa.

"No hay muebles", "No dejaron ni un tenedor", "solo les faltó llevarse los focos", "en el Castillo de Chapultepec están los muebles en su lugar, aquí arrasaron con todo", fueron algunos comentarios de la gente que ingresó a las habitaciones del primer piso.

"Estoy emocionado pero un poco molesto por lo vacío que está. Aquí no hay nada pero es importante conocer el lugar", dijo a El Financiero Enrique Esparza, un taxista que llegó con su familia desde Atizapán de Zaragoza.

Asimismo, Apolo Gómez y Marian López, que llegaron desde Azcapotzalco, reprocharon que la casa quedará vacía y solo las oficinas del primer piso tuvieran muebles y la biblioteca.

"Hemos ido a Chapultepec y hemos visto mobiliario, pero en este caso no hay nada. Ver que en el gobierno de Peña Nieto hubo acusaciones de corrupción y se le descubrió a la primera dama, la Casa Blanca. Recordar que este gobierno que pasó estuvo marcado por robar y así termina, se llevaron todo de la casa presidencial", reprochó la mujer acompañada de sus dos sobrinos.

Desde Michoacán también llegaron visitantes. "Queremos ver los secretos, a ver qué encontramos... por fin estamos en la entrada que siempre vimos en televisión", dijo José Antonio Nateras.

El joven llegó acompañado de su padre, el dirigente de la asociación civil Movimiento Popular Independiente Licenciado Benito Juárez, de Zitácuaro, Michoacán, Alberto Nateras Sánchez, quien entró a esa casa hace 16 años, cuando el expresidente Carlos Salinas de Gortari invitó a varias asociaciones a comer en Los Pinos.

"Tenemos esperanza en el nuevo gobierno", aseguró el hombre que regresará a su estado esta noche.

La Casa Miguel Alemán cuenta con alberca, la cual no está abierta al público y tiene en el sótano un área dispuesta para el Estado Mayor Presidencial, una sala de cine y un búnker. Todo se encuentra vacío.

Llegaron desde Edomex, Guerrero, Michoacán… hasta Japón

La apertura de la Residencia Oficial de Los Pinos no fue exclusiva para los capitalinos pues entre los asistentes se encontró gente de Michoacán, Guerrero, Estado de México, Sinaloa, Sonora e incluso de Estados Unidos y Japón.

El primer día del Complejo Cultural Los Pinos albergó a cientos de habitantes de la Ciudad de México, que llegaron de Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, Iztapalapa o Cuauhtémoc, pero también albergó a mexiquenses de Atizapan, Chimalhuacán y Chalco.

"No podíamos perdérnoslo, es un hecho histórico que podamos entrar a la casa del presidente", dijo a El Financiero, Ricardo Lagos, estudiante originario de Valle de Chalco, uno de los municipios del Estado de México.

Pero la noticia de la apertura también motivó a paseantes extranjeros. Steve Michael llegó acompañado de su novia Rachel, quienes recorrían el bosque de Chapultepec y se enteraron de la nueva área de distracción.

"Está muy bonito", dijo el joven que lleva dos días de vacaciones en la Ciudad de México.

Sin hablar español, visitantes japoneses y franceses también se mezclaron entre los turistas mexicanos para visitar alguna de las casas situadas en el complejo cultural, así como admirar las estatuas que encaminan a los paseantes a la principal residencia.

"Llegamos en la mañana, somos de Sinaloa, pero queríamos venir a ver Los Pinos, exclusivamente a eso vinimos, bueno también a disfrutar la Ciudad de México", confesó Paola Gutiérrez, quien acompañada de su familia fue una de las últimas en ingresar por la puerta 1, justo antes de cerrar el recinto.

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