CIUDAD DE MÉXICO.- Una de las líneas de investigación en el caso Nochixtlán es que en el enfrentamiento del 19 de junio pasado "participaron seis o siete organizaciones civiles que no tienen nada que ver con el movimiento magisterial".
La senadora panista Mariana Gómez del Campo, presidenta de la Comisión Especial para dar seguimiento a los hechos ocurridos en ese municipio oaxaqueño, compartió esa revelación que hicieron ayer el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos, y Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, durante la reunión que tuvieron con esa instancia legislativa.
Los funcionarios federales señalaron que la Procuraduría General de la República está investigando el motivo de la presencia de estos grupos ajenos, "el porqué de su participación y cuáles son sus intereses también".
"Se nos dijo que una prueba de que la Policía Federal no actuó deliberadamente en contra de la población civil fue que había cerca de dos mil personas civiles en la confrontación y que, por las características de las armas de alto poder oficiales, el saldo de personas fallecidas hubiese sido mucho mayor", abundó Gómez del Campo.
El comisionado Galindo aseguró que en el enfrentamiento en Nochixtlán, en donde ocho civiles perdieron la vida, el primer disparo salió de los manifestantes que bloqueaban la carretera hacia las fuerzas federales.
Reiteró que previo al desalojo de los maestros disidentes, la Policía Federal iba desarmada.
De acuerdo con testimonios de legisladores que participaron en la reunión a puerta cerrada, que se realizó en el salón de Protocolo de la Mesa Directiva del Senado de la República, Galindo Ceballos sostuvo que los disparos de armas de fuego salieron de la gente que se manifestaba en el bloqueo carretero, pero puntualizaron que nunca se refirió a que se trataba de un grupo subversivo.
De acuerdo con la presidenta de la comisión, los funcionarios entregaron un informe en el que se destaca que "cerca de cien policías federales resultaron lesionados, de los cuales 34 presentaron lesiones graves como la pérdida de miembros y extremidades".
Además, que "fueron seis policías los que resultaron heridos por arma de fuego, cuatro elementos de la Policía Estatal y dos de la Policía Federal, así como uno más lesionado por esquirlas metálicas".
Gómez del Campo expuso que en el informe se señala que "el primer lesionado por un arma de fuego en Noxhixtlán fue un policía, que tras las agresiones a policías antimotines que no se encontraban armados fue que se dispuso la intervención de elementos armados de la Gendarmería, y que se tiene la cadena de custodia de sus armas y las cuales ya se encuentran a disposición de la Procuraduría General de la República".
Gómez del Campo indicó que el documento también resalta que "sí hubo armas en manos de civiles".