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Empleados y exempleados de la Subprocuraduría de Derechos Humanos de la Procuraduría capitalina iniciaron quejas por violación de sus garantías desde diciembre de 2018, con la llegada de la nueva administración.
"Iniciaron las presiones para liberar plazas de trabajo y ocuparlas con personas afiliadas a Morena, algo así como un pago de cuotas de partido", acusó Berenice Arguello.
La mujer narró a El Financiero que son decenas quienes que han aguantado abusos de poder y acoso laboral por parte de personas como Irving Espinosa Betanzo, exsubprocurador de Derechos Humanos, o Alfredo Frausto, actual director general de Derechos Humanos.
"Espinosa Betanzo es muy cercano a la procuradora Ernestina Godoy, y él, incluso, me negó la oportunidad de exponer mi caso, y claro, es entendible porque las renuncias las estaba pidiendo él. Ya dejó la Procuraduría porque busca ser magistrado anticorrupción en el Tribunal Superior de Justicia", contó.
La mujer es apenas de una de las personas que han sido corridas de la institución con diferentes "artimañas legales" y actos que, insiste, son violatorios de los derechos laborales y humanos de los empleados, aunque hay trabajadores que siguen en la institución y que acusan lo mismo.