Nacional

Delegados dejan a su suerte a Tláhuac y Xochimilco

Al delegado de Tláhuac, Rigoberto Salgado, se encerró en sus oficinas, a tal grado que fue la única demarcación donde la ALDF instaló un centro de mando para apoyar a los damnificados.

Para Tláhuac y Xochimilco, dos de las delegaciones con el Índice de Desarrollo Social más bajo de la capital, el sismo del 19 de septiembre destruyó, en la primera, 5 mil 72 inmuebles; y en la segunda, 2 mil 326 casas y 12 unidades habitacionales, además de dejar un saldo de ocho muertos y miles de familias damnificadas.

Pero lo que más duele a sus pobladores es el abandono de las autoridades delegacionales.

A Rigoberto Salgado, de Tláhuac, los habitantes no lo vieron recorriendo la delegación tras el sismo, le llovieron las peticiones de auxilio, pero se encerró en sus oficinas, a tal grado que fue la única demarcación donde la ALDF instaló, en el Bosque de Tláhuac, un centro de mando para apoyar a los damnificados.

Al cumplirse hoy un mes del terremoto, son las únicas delegaciones en las que no se restablece por completo el abasto de agua.

Aún no se repara la carretera que conecta Xochimilco-Tulyehualco; la economía de la zona se cayó, pues las ventas descendieron en un 60 por ciento para ambas demarcaciones.

Fueron las últimas en que se arregló el problema de la falta de luz, y apenas la semana pasada también se levantó la restricción para regresar a clases, por el daño a escuelas.

También lee: