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Contaminación obliga a 40% de autos de la CDMX a frenar

Los altos niveles de ozono registrados en los últimos días en la Ciudad de México han obligado a que una gran cantidad de vehículos dejaran de circular, lo que podría traer afectaciones a diversos rubros, coincidieron empresarios y economistas.

Los residentes de la Ciudad de México y la industria local se esforzaron para hacer un frente después de que un repunte en los niveles de contaminación obligó a las autoridades a imponer restricciones en la industria y prohibir 40 por ciento de los coches en las vialidades, generando que los precios de Uber se elevaran tanto como 10 veces.

La ciudad ha estado luchando para reducir los niveles de ozono desde que surgieron el mes pasado, obligando a salir de circulación a carros una vez a la semana de abril a junio independientemente de sus niveles de emisión. Incluso se han puesto creativos, permitiendo a los automovilistas compartir sus vehículos con aquellos que viajen en la misma dirección.

Estas medidas "claramente" añaden un riesgo al crecimiento económico en el corto plazo, indicó Alonso Cervera, economista en jefe para Latinoamérica de Credit Suisse; asimismo, la Concamin enfatizó que éstas podrían reducir la producción en algunas industrias hasta en un 60 por ciento.

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Las restricciones "representan serias consecuencias para las líneas de producción y los empleos generados por estas empresas; se corre el riesgo de crear una escasez de suministro", advirtió Manuel Herrera, dirigente de la Concamin.

A cementeras, eléctricas y otras plantas industriales se les dijo que redujeran sus emisiones hasta en un 40 por ciento, mientras que a muchos camiones con placas federales se les impidió la entrada a la ciudad, causando embotellamientos en las carreteras.

Justo cuando la Ciudad de México estaba recibiendo reconocimientos por reducir la contaminación los niveles de ozono escalaron a su nivel más alto en 14 años, lo que llevó a que las autoridades impusieran restricciones de emergencia.

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Éstas dijeron que el aumento de las temperaturas y un sistema de alta presión están 'embotellando' los contaminantes dentro de la urbe, mientras que los ambientalistas afirmaron que dar marcha atrás a parte del programa que prohíbe la circulación de autos viejos también ha provocado que las emisiones aumenten.

Las restricciones de tránsito ponen presión adicional en los sistemas de transporte de la urbe. "El sistema de transporte público no está preparado para tanta gente; tuve que esperar por un tercer tren y si no hubiera salido media hora antes de mi casa, hubiera llegado tarde a trabajar" comentó Jovana Martínez, de 25 años de edad.

Las autoridades de la Ciudad de México han declarado que la duración de estas medidas dependerá de cuánto dure la mala calidad del aire. En marzo, éstas dieron marcha atrás tres días después de iniciadas.

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