Consejo del PAN, sin crítica y sólo complacencias, acusan líderes

Gustavo Madero, expresidente nacional del PAN aseguró que en la reunión del Consejo Nacional, celebrada el sábado, la autocrítica por parte de la dirigencia nacional se quedó corta. Dijo que si bien se reconoció que errores internos y externos propiciaron la derrota del 1 de julio, "en los errores internos, el presidente nacional (Damián Zepeda) fue muy genérico, fue menos preciso".

"A mí me hubiera gustado ser más generoso en la autocrítica por parte de la diligencia porque sin duda hubo temas que se necesitan reconocer para corregirse", apuntó en entrevista con El Financiero.

Enfatizó que uno de los errores más graves fue "que hubo mucha actitud de privilegiar un proyecto particular sobre el proyecto más amplio, trascendente, del Frente. Se centró mucho en la candidatura a la Presidencia de la República de Ricardo (Anaya) más que en una visión de 629 candidaturas federales además de que no se logró articular un discurso más amplio, menos individualista".

Añadió que en el PAN "tenemos un dicho: 'hace más daño un bien mal hecho que el mal', y el Frente fue 'un bien mal hecho', porque se utilizó sólo para repartir candidaturas, pues al ir en alianza con el PRD y MC, la dirigencia del PAN tuvo carta blanca para asignaciones en 300 distritos, 200 pluris y 128 senadores. Centralizaron todo como si fuera un proyecto de una persona y no un proyecto político de un gobierno distinto, de un nuevo régimen. Estaba Anaya en el centro y se acabó el corrido".

El próximo senador comentó que hubo una estrategia errática de campaña, "por un lado atacar a (Enrique) Peña y luego la corrupción, pero luego irse para atrás y luego irse contra Andrés Manuel y el miedo al populismo, entonces como que no atinaron tampoco un mensaje consistente, coherente y creíble".

Reconoció, sin embargo, que dentro de los factores externos sí fue fundamental el torpedeó del gobierno federal contra Ricardo Anaya.

Madero Muñoz criticó también la ausencia de gobernadores en la reunión del Consejo Nacional, en donde participó como uno de los 50 oradores. "Fue un hecho muy preocupante eso yo lo señale como algo muy sintomático", apuntó.

Sobre el recibimiento que tuvo Anaya Cortés –con aplausos y felicitaciones–, dijo que "hay a quienes les gusta más la trivialización, la parte social, que lo que está de por medio. Yo creo que se cumplió el objetivo, el regreso de él fue afortunado pero ahí no acaba el corrido nos falta mucho todavía y está por verse de qué estamos hechos".

Apuntó que una de sus críticas fue "que la responsabilidad de la dirigencia no concluye con el proceso electoral y la defensa del voto poselectoral, sino con el proceso de tener una buena conducción del relevo de la diligencia, de echar a andar los grupos parlamentarios lo antes posible, con las mejores decisiones".

El exlíder nacional panista resaltó, no obstante, que la reunión fue positiva "porque se logró mantener el ánimo constructivo, respetuoso, crítico y autocrítico, pero sin buscar rupturas, castigos u ofensas sino simplemente para corregir errores y eso es muy bueno porque el reto que tiene el PAN es muy grande".

Dijo que el PAN tiene el mayor número de anticuerpos para sobrevivir pero eso no es suficiente, "tiene que resurgir la generosidad, la visión del compromiso con los ciudadanos y no la visión endogámica, que esa fue la principal pifia, que se volvió un partido endogámico, que se veía más hacia adentro y sus interés particulares".