CHILPANCINGO.- Las organizaciones sociales que exigen la no realización de elecciones en Guerrero, empujarán una propuesta para que las autoridades en distintos municipios sean electas por usos y costumbres.
En los plantones de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) en la capital del estado, en los resolutivos de la Asamblea Nacional de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, así como entre las policías comunitarias, la consigna es impedir los comicios y avanzar hacia mecanismos de autogobierno.
La estrategia más acabada para este propósito es la del municipio de Tixtla, alcaldía que se ubica a diez minutos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, donde una parte de la comunidad de casi 30 mil habitantes, planea impedir la instalación de casillas.
Policías comunitarios, normalistas de Ayotzinapa, maestros disidentes de la CETEG y activistas sociales –que no son de la entidad– explicaron a El Financiero que la idea es crear las condiciones para que el pueblo elija a sus autoridades, pero que éstas no pertenezcan a algún partido político, así como concretar gobiernos de autogestión.
En la misma lógica se encuentra la Normal de Ayotzinapa. El Comité de padres de los 43 normalistas desaparecidos determinaron, en la Asamblea Nacional y Popular, que se realizó este sábado en las instalaciones de la institución educativa, que "es impostergable abrir el proceso electoral al pueblo para que éste elija a los candidatos en una verdadera democracia sin simulación".
Ante unos cien delegados, entre los que destacaban representantes de la CNTE de Oaxaca y Michoacán; del Sindicato Mexicano de Electricistas; de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria, y de la oaxaqueña Coalición Obrero, Campesina y Estudiantil del Istmo, los asambleístas aprobaron el plan de acción que establece la "elección de sus representantes populares bajo el régimen de usos y costumbres".