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Abrir al PRD a la ciudadanía, la opción para salvarlo: Zoé Robledo

El senador Zoé Robledo buscará ocupar la presidencia nacional del PRD: considera que para revitalizar a su partido la única opción es quitar el peso de las decisiones a la burocracia que representan las corrientes internas.

CIUDAD DE MÉXICO.- Zoé Robledo, senador de la República y uno de los más serios aspirantes a ocupar la presidencia nacional del PRD, sostiene que para revitalizar a su partido la única opción viable es abrirlo a la ciudadanía y quitar el peso de las decisiones a la burocracia que representan las corrientes internas.

Joven, de no más de 35 años, Robledo cumple cabalmente con lo expresado por el actual dirigente del sol azteca, Carlos Navarrete, quien señaló la necesidad de un relevo generacional en los órganos de dirección del PRD.

"Se podría empezar, por ejemplo, abriendo el 50 por ciento de las candidaturas a candidatos externos, que no sean militantes y, obviamente, que no pertenezcan a las corrientes", dice.


Y advierte que "debemos buscar un nuevo método de elección de candidaturas y que no sea solamente por el peso de las corrientes como se distribuyan, es una suerte de plurinominales al interior, creo que debemos volver a valorar los méritos propios; debemos buscar métodos nuevos, así como la imperiosa necesidad de contar con nuevos estatutos".

En entrevista con EL FINANCIERO, Zoé Robledo sostiene que "el PRD sigue siendo el partido más importante de la izquierda mexicana y, como todos los partidos, tiene enormes retos y desafíos por delante.

Hay un dato a analizar con mucho detenimiento y autocrítica: el 60 por ciento de la elección del pasado 7 de junio la gente votó por alguno de los tres partidos más grandes; es decir, el voto hacia los partidos tradicionales está en su nivel más bajo.

"El origen de esto es que el electorado tuvo nuevas opciones: candidatos independientes, los partidos emergentes, en fin, y en ese sentido es como el PRD debe plantearse cómo puede volver a ser el partido de izquierda para todos los sectores de la población que se identifican con una ideología de esta naturaleza, pero también cómo se convierte en el partido de los jóvenes, en el partido que atraiga a los 15 millones de personas que votarán por primera vez en el 2018. Pero la tarea va más allá: cómo se convierte en el partido que, al electorado que tendrá menos de 30 años en el 2018, se les presente como una alternativa", asegura.

--¿Como observa usted a su partido?

--"Veo a un PRD que está en una transformación, en un proceso de apertura, de renovación y en ese sentido es una enorme oportunidad. Veo que vienen muy buenos tiempos para el PRD, no sólo por el cambio de la dirigencia, sino porque es la oportunidad para la transformación de fondo, que se ha postergado durante mucho tiempo".

--Esa transformación ha ido, incluso, por la disolución de las corrientes ¿está de acuerdo con eso?

--"Yo creo que más que de su disolución hay que hablar de su actualización. Las corrientes representan la pluralidad del PRD y en ese sentido creo que deben seguir existiendo, lo que creo que debe transformarse y actualizarse es que hoy sean el espacio único de toma de decisiones, que solamente por el hecho de formar parte de una corriente se tiene más peso o no para tomar decisiones, para ser candidato o para ser dirigente de un partido.

"Creo que hay que eliminar todos los rasgos que pudiera haber y que han hecho que hoy nos hayamos alejado de la ciudadanía; en ese sentido creo más bien en su actualización y su transformación que en su desaparición. Tampoco creo que esa sea una ruta posible en este momento", asegura.

--¿ Sería trascender a los líderes de cada corriente?

--"Sin duda. Creo que el partido debe valorar más a la ciudadanía que a la burocracia interna; tienen que valorar más a la militancia que a las propias corrientes, no con el fin de desaparecerlas, pero si para actualizarlas y transformarlas".

--¿Cómo rejuvenecer al PRD?

--"Creo que debemos pensar en cómo ponemos al partido al centro de su protagonismo a aquellos que nacieron después de 1980. Son mexicanos jóvenes y muchos de ellos que participan en política y dan sus opiniones en las redes sociales, en las asambleas de barrios y ejidos y que hoy están desconectados no sólo del PRD, sino de todos los partidos.

"Debemos colocar al PRD como el partido de las causas, como el partido que vuelva a emocionar, a inspirar, lo ha sido en otros momentos y estoy seguro de que lo podemos volver a lograr.

"Yo creo que en esto un factor muy importante es el relevo generacional que abra y que permita que los fundadores que se han ido regresen, que ellos puedan volver a dar su opinión", finalizó.

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