CIUDAD DE MÉXICO.- El coordinador parlamentario del PVEM en la Cámara de Diputados, Jesús Sesma Suárez, denunció que, paradójicamente, el 70 por ciento del maltrato animal se da principalmente en los animales de compañía.
Por eso, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara Baja aprobó, por unanimidad, con 25 votos, el dictamen de una iniciativa que reforma la Constitución, a fin de facultar al Congreso de la Unión para legislar en materia de protección animal, con la concurrencia de los tres órdenes de gobierno.
El documento, que surge de una propuesta del diputado Jesús Sesma, reforma la fracción XXIX del artículo 73 de la Carta Magna, y se turnó para su discusión ante el Pleno de los 500 diputados.
Esa fracción establece que el Congreso tiene facultad "para expedir leyes que establezcan la concurrencia del gobierno federal, de los gobiernos de los estados y de los municipios, en el ámbito de sus respectivas competencias, en materia de protección al ambiente y de preservación y restauración del equilibrio ecológico".
Con la reforma propuesta se incluye la materia de "bienestar animal".
Al fundamentar el dictamen, Sesma Suárez precisó que se pretende dar atribuciones al Congreso de la Unión para que se puedan homologar los criterios y establecer el marco regulador del trato hacia todos los animales.
Señaló que los casos de maltrato y abuso a los animales, se deriva de una falta de cultura y de compromiso social por parte de la ciudadanía y expuso que en México no existe una Ley General para el Bienestar Animal, toda vez que el Congreso de la Unión no tiene facultades para hacerlo.
En la argumentación del documento se señala que actualmente se carece de una legislación federal y específica en materia de bienestar animal, cuando en el país existe aproximadamente un millón de mascotas que sufren maltrato, situando a México en el lugar número tres en crueldad hacia los animales.
El PVEM sostiene que en México existen 22 millones de perros, pero sólo alrededor de 6.6 millones son cuidados por una familia.
El resto, es decir, el 70 por ciento, carece de dueño y vive en la calle, se encuentra en el abandono u olvido total, lo cual es causa de un problema de salud pública: transmisión de decenas de enfermedades y ataques callejeros a la población.