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Uruguay elegirá entre mantener la izquierda o el nuevo rostro conservador

Todos las encuestas pronostican que el joven candidato de centro, Luis Lacalle Pou, forzará a su rival de izquierda, el exmandatario Tabaré Vázquez, a definir la presidencia en una segunda vuelta a fines de noviembre.

MONTEVIDEO. Uruguay decidirá el domingo si ratifica en el poder a una izquierda que ha combinado conquistas sociales con proyectos progresistas como legalizar la marihuana, o si le da una nueva oportunidad a los conservadores que buscan desechar parte de esa controvertida iniciativa y reducir la creciente inseguridad.

Todos las encuestas pronostican que el joven candidato de centro, Luis Lacalle Pou, forzará a su rival de izquierda, el ex mandatario Tabaré Vázquez, a definir la presidencia en una segunda vuelta a fines de noviembre que promete ser la elección más ajustada en 20 años.

Vázquez, un oncólogo de 74 años, llevó por primera vez al izquierdista Frente Amplio al poder hace una década con una rotunda victoria. Ahora tiene el reto de mantenerlo allí por los próximos cinco años montado en logros como un bajo desempleo, la disminución de pobreza y un crecimiento económico sostenido.

"Vázquez va a ser presidente otra vez porque los uruguayos no queremos volver atrás. Lacalle Pou es marketing, si rascas un poquito te das cuenta que lo que propone es casi lo mismo que hizo el Frente en estos diez años", comentó Analía Vernini, una odontóloga de 36 años.

Lacalle Pou, un abogado de 41 años hijo de un ex presidente, ha refrescado el rostro de los conservadores con una campaña que propone reformar el sistema educativo, garantizar una mejor atención en el sector salud y reducir la inseguridad, algunos de los temas que desvelan a los uruguayos.

"Lacalle Pou es la cara joven del Partido Nacional, pero también de los políticos uruguayos. Tiene madera y hay que darle una oportunidad; yo le creo, lo voy a votar", dijo Susana Montero, una maestra de 54 años.

¿ADIÓS A LA PRODUCCIÓN DE MARIHUANA?

Lacalle Pou dijo que está a favor del autocultivo de marihuana, pero si gana la presidencia planea derogar la parte de la iniciativa del mandatario José Mujica que permite la producción y venta de cannabis.

"Ese es uno de los puntos que le puede haber costado al partido de Gobierno algún desencuentro con grupos de electores en esta campaña", dijo Antonio Cardarello, doctor en Ciencias Políticas.

El Gobierno de Mujica, un ex guerrillero de 79 años que no puede ser reelecto, aún trabaja en la instrumentación del nuevo sistema, que no logró cumplir con el calendario previsto dado la falta de precedentes en el mundo.

Pero aún si Lacalle Pou triunfara, derogar una ley promete ser un ejercicio de negociación con otras fuerzas políticas: las encuestas pronostican que nadie obtendrá una mayoría legislativa en el Congreso como la que le permitió a la izquierda impulsar las leyes de matrimonio del mismo sexo y del aborto.

A nivel económico las propuestas de los partidos no difieren mucho, y todos reconocen los logros de la estabilidad económica de los últimos años, aunque Lacalle Pou criticó el alto déficit del país y el hecho de que la inflación supera el rango meta.

Hace más de una década que Uruguay crece sin parar, ha recuperado el grado de inversión en el camino y la deuda en dólares representa menos de la mitad del total. Como resultado, logró bajar la pobreza a un 11.5 por ciento de los 3.3 millones de habitantes.

Por eso la balanza podría ser inclinada por temas como el de la marihuana y la inseguridad.

Aunque Uruguay es un país con bajo nivel de delitos en comparación con el resto de Latinoamérica, la situación se ha ido deteriorando y sus ciudadanos ocupan el segundo lugar en cuanto a inconformidad con la seguridad pública, según un sondeo de Latinobarómetro.

Con el argumento de que podría representar un riesgo a la seguridad, Lacalle Pou se opone a dar refugio a seis prisioneros de Guantánamo, un compromiso del actual Gobierno con Washington para colaborar con el cierre de la prisión estadounidense en Cuba.

A pesar de que criticó la postura del opositor, el presidente Mujica ha dicho que consultará su decisión con quien resulte su sucesor.

En la votación del domingo, los uruguayos también van a decidir si reducen la edad de imputabilidad delictiva a 16 años desde los 18 actuales.

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