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Una fiesta que se convirtió en luto


 
Laura Rodríguez / Especial
 
 
SANTIAGO DE COMPOSTELA, España.- Eran las 8:45 de la noche y en el hotel Parador de Santiago de Compostela, el más lujoso de esta ciudad que aloja los restos mortales del apóstol, todo estaba listo para el inicio de la gran fiesta anual.
 
Unos minutos después comenzó a llegar la información sobre el que ya es considerado el tercer accidente ferroviario más grave de la historia de España, que ha costado la vida de al menos a 77 personas.
 
Dos horas más tarde, a las 11 de la noche, en la plaza principal estallarían los fuegos artificiales que marcan formalmente el inicio de la fiesta y desde las 9, ya estaba abarrotada con más de 20 mil peregrinos.
 
Fue una hora después cuando las autoridades anunciaron que se suspendía el evento y las personas que habían recorrido al menos 100 kilómetros a pie, o 200 en bicicleta para cubrir el trayecto, comenzaron a retirarse lentamente de la plaza.
 
En la estación de Santiago de Compostela, mientras tanto, las personas que esperaban a sus familiares que llegarían en el tren de Madrid a Ferrol se abrazaban y lloraban ante la información confirmada de que el tren había descarrilado a 4 kilómetros de ese sitio.
 
Renfe, el sistema de ferrocarriles del gobierno, no sólo era propietario del tren accidentado, sino que además estaba poniendo en marcha la nueva ruta por el Camino de Santiago de Al Andalus, su tren turístico, que transporta anualmente 14 mil viajeros.
 
Unos 40 periodistas de todo el mundo cubrían la ruta, que opera en función de uno de los productos turísticos más exitosos de España. El Camino de Santiago, ruta que ha sido relanzada en los últimos 30 años, apenas el martes sumó 100 mil visitantes en lo que va de 2013 y la expectativa es que llegue a 200 mil para diciembre. En 2010 atrajo a más de 220 mil viajeros, aunque en 2012 cerró en 180 mil debido a la crisis económica.
 
De regreso a la estación, los peregrinos que no habían encontrado sitio en los albergues se preparaban a dormir en las calles, lo mismo que decenas de personas sin casa, víctimas del desempleo que sigue afectando al país ibérico.
 
Así fue el accidente en España

 
 
 

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